Arquitectura Cristiana China

La evidencia más temprana de la difusión del cristianismo en China quedó registrada en una tableta de piedra de la dinastía Ming que fue desenterrada en Xi'an. En ella está relatada la dispersión del cristianismo a la dinastía Tang durante el reino del emperador Taizong, en el año 635. En ese entonces, el emperador adoptó una política abierta hacia la cultura, lo que atrajo un flujo de manifestaciones culturales tanto de las diversas etnias chinas como de otros países. Esta postura significó una oportunidad excelente para la propagación del cristianismo en China. Las iglesias cristianas construidas durante ese periodo tenían un estilo arquitectónico oriental, y fueron denominadas como "templos", de acuerdo con las costumbres chinas.

Desde el final de la dinastía Tang hasta el inicio de la Song del Norte, el cristianismo cayó en el olvido en China. Pero durante el periodo de Yuan, esta religión atravesó una etapa de renacimiento, y las iglesias cristianas construidas durante ese tiempo adoptaron el modelo arquitectónico chino tradicional, aunque sólo en lo concerniente a los exteriores.

Arquitectura Cristiana China
La Iglesia Católica de Xujiahui, en Shanghai.

Durante las dinastías Ming y Qing, la percepción del cristianismo era más bien equivocada. En ocasiones, el gobierno adoptaba una postura relativamente relajada frente a él, pero en otras lo vetaba por completo. Antes de su prohibición durante el reinado del emperador Jiaqing de la dinastía Qing, su difusión fue mucho más vigorosa. El católico jesuita Matteo Ricci (1552-1610) arribó a Guangzhou en 1583, y en 1596 asumió como presidente de la Sociedad de Jesús en China. Otros misioneros jesuitas llegaron tras él.

Las primeras celebraciones cristianas se llevaron a cabo en residencias, templos o edificios comunes y corrientes, todos los cuales tenían un estilo arquitectónico tradicional y estaban decorados al estilo occidental, sólo con un crucifijo. Posteriormente, algunos misioneros occidentales decidieron trabajar en sus propios diseños, y las iglesias cristianas empezaron a tomar forma en China como manifestaciones arquitectónicas extranjeras.

Después de 1860, y a la luz de los desventajosos tratados internacionales que China se vio obligada a firmar con otros países, los misioneros obtuvieron los derechos para difundir la fe cristiana en todo el país. Desde entonces, los misioneros se multiplicaron a un ritmo inusitado. Durante este periodo, los predicadores asumieron el rol de conquistadores, entrando a lugares que en el pasado les habían estado vedados. Contrario a los misioneros que vinieron en tiempos de Ricci, quienes trabajaban con la filosofía de lograr un equilibrio armonioso entre el cristianismo y la cultura china, estos nuevos evangelizadores buscaban utilizar el cristianismo para revolucionar la cultura china. Reflejado en las iglesias cristianas de

China en esa época - muchas de ellas réplicas de las ya existentes en varios países occidentales- estaba el eclecticismo que fue común en la arquitectura del periodo histórico comprendido entre el final del Siglo XIX y los comienzos del XX. Debido a que los católicos son más conservadores, la arquitectura de sus templos no aplica muchas variaciones. Por su parte, las iglesias protestantes y las ortodoxas occidentales fueron más abiertas, y adoptaron una actitud más relajada a la hora de diseñar y construir sus lugares de congregación y oración. En general, las iglesias erigidas en China fueron influidas por los siguientes modelos.

Estilo romano. La mayoría de las primeras iglesias en China adoptaron este estilo arquitectónico. En Shanghai, la Catedral de Dongjiadu, originalmente llamada Catedral de San Javier, y que fue construida entre 1847 y 1853, es la iglesia de estilo barroco romano-español más antigua que existe en el país. Fue nombrada así en homenaje al jesuita San Francisco Javier, quien murió poco antes de pisar tierras chinas.

La Catedral de Yangjiangbang, también conocida como la iglesia de San José, está localizada en la calle Sichuan Sur, en el famoso barrio francés de Shanghai, y fue construida ente 1860 y 1861. Es una clásica iglesia católica de estilo franco-romano, adornada con una llamativa pared de vidrio tinteado.

Estilo gótico. Las iglesias católicas y protestantes de China comúnmente adoptaron el estilo gótico en su diseño y arquitectura. La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Guangzhou, también conocida como la Casa de Piedra, fue edificada entre 1863 y 1888, y es uno de los templos católicos de estilo gótico más típicos y meticulosamente construidos en todo el país. Es la más alta de todas las iglesias de China, con 58,5 metros.

La más destacada de las iglesias de estilo gótico construidas en el país no es otra que la iglesia católica más grande de Shanghai, la de Xujiahui, o Catedral de San Ignacio. A ambos lados de la entrada principal hay dos imponentes campanarios, y el interior tiene un inconfundible estilo gótico. La imponencia y la armonía en los colores del templo proyectan la majestad de la santidad de Dios, y nadie cuestiona cuando se le refiere como "la más grande Obra Maestra entre todas las iglesias de China".

Sería imperdonable dejar de mencionar el templo cristiano más antiguo de Shanghai aún en pie, la Iglesia de la Santísima Trinidad, o la "Iglesia Roja", como también es llamada debido a la coloración de sus ladrillos. La edificación fue modelada de acuerdo con el estilo gótico británico, si bien tiene cierta influencia romana.

En China también existen varias iglesias erigidas con base en los estilos renacentista y barroco. Sobre la avenida Zhejiang, en Qingdao (Shandong - este), la iglesia católica de San Emilio es muestra del estilo gótico, pero también está marcada por el neoromanismo, por lo que es un excelente ejemplo del eclecticismo en la arquitectura. Localizada en un punto clave del centro de la ciudad, sobre la colina Haishan Este, y con sus dos imponentes campanarios, esta iglesia es una estructura importantísima en la composición espacial de la ciudad, así como uno de los componentes más destacados del paisaje urbano de Qingdao.

Harbin es la ciudad con el mayor número de iglesias ortodoxas en toda China, las cuales tienen una obvia influencia de los templos rusos. La arquitectura rusa es bien conocida por su refinada artesanía y el uso de "paredes secas" (nombre que se debe a que en su construcción se usa la piedra como único elemento, sin cemento ni ningún otro material para ligarlas) y otros elementos decorativos en las diferentes secciones de los edificios. Esta distintiva característica de arquitectura bizantina es más que evidente en la iglesia de Santa Sofía, construida en 1907. La estructura principal fue planeada como una cruz latina, y bajo su bóveda central hay cuatro contrafuertes que soportan una base circular de diez metros de diámetro. Encima de esa base hay una gigantesca cúpula en forma de cebolla. Las torres de las campanas varían en altura, con el objetivo de dar prominencia a la entrada principal.

Los misioneros cristianos penetraron hasta el seno de las principales ciudades y villas rurales chinas en su tarea de difundir su religión, llevando consigo la influencia de la arquitectura occidental. Además de urbes como Beijing, Shanghai y Tianjin, muchas iglesias de corte occidental pueden verse en poblados pequeños, las cuales puede decirse que fueron objeto de un trabajo creativo más dedicado en materia de diseño. Con mucha frecuencia, estructuras tradicionales de la arquitectura china, como pagodas, techos, corredores abovedados y puertas interiores ricamente decoradas, han sido fusionados con elementos occidentales, como campanarios, cúpulas, columnas, bóvedas, rosetones, y, claro, crucifijos. Esta fusión dio como resultado un vívido e interesante modelo arquitectónico, que se convirtió a su vez en un puente entre Oriente y Occidente en la historia moderna de China.

Arquitectura Cristiana China
Catedral de Xi Kai, en Tianjin, construida en 1916.

Con el fin de atraer a más feligreses, los misioneros también se involucraron activamente en varias estrategias culturales en ciudades como Shanghai, Nanjing, Tianjin, Beijing y Guangzhou, entre otras, por ejemplo la traducción de libros, el establecimiento de periódicos y la fundación de escuelas misioneras. Asimismo, se involucraron a fondo en obras de caridad, fundando hospitales, orfanatos y otras organizaciones de este tipo. Todas estas actividades se extendieron a lo largo de varios cientos de años. Por supuesto, entre todas ellas el aporte más significativo en lo que se refiere a la arquitectura fue el establecimiento de escuelas y hospitales. El clasicismo y eclecticismo occidental, así como una mezcla de elementos orientales y occidentales, o en ocasiones simplemente el "estilo chino", marcaron la construcción de estas edificaciones.

La estructura de carácter académico más antigua del país en la cual se puede apreciar la fusión Este-Oeste es el Salón Schereschewsky de la Universidad de San Juan (hoy en día la Universidad de Política y Derecho del Este de China), aunque otros edificios de ese campus muestran rasgos similares.

La estructura principal de las edificaciones es básicamente de estilo occidental y el único elemento chino son los techos, modelados a imagen y semejanza de aquellos que son tradicionales en la región de Jiangnan.

El movimiento nacionalista de China, que se registró a comienzos del Siglo XX, no tuvo un impacto significativo en el estilo utilizado para construir templos. Por el contrario, puso de moda la tendencia de explorar la arquitectura étnica china a la hora de construir escuelas misioneras y hospitales. Después de la década del 1920 surgieron en el país nuevas universidades misioneras y centros de salud. Entre ellos están la Universidad de Yanjing (hoy la Universidad de Beijing), la Universidad de Jinling de Nanjing (hoy Universidad de Nanjing), y la Universidad Femenina de Jinling (actualmente la Universidad Normal de Nanjing). También integran este grupo la Universidad de Lingnan (hoy en día Universidad Sun Yat-sen), en Guangzhou, y el Hospital Unión de Beijing.

Estos hospitales y centros educativos son ejemplos destacados del conocimiento y entendimiento de la arquitectura tradicional china por parte de los arquitectos occidentales, así como de su habilidad para aplicar los métodos de diseño occidentales en la construcción de manifestaciones arquitectónicas propias de China, particularmente los techos. Aún a pesar de que los experimentos a los que se lanzaron estos arquitectos siguieron una línea basada predominantemente en ideologías occidentales, su legado ilumina a los muchos arquitectos chinos que hoy en día siguen haciendo descubrimientos en ese mismo campo.