Arquitectura Religiosa China

En la antigua China, las religiones estaban formadas Arquitectura Religiosa Chinapor tres escuelas principales de pensamiento: confucianismo, budismo y taoísmo. La armonía entre las tres fue plasmada por la gente de la época en el siguiente dicho popular: "El confucianismo es el camino hacia la paz y la prosperidad; el budismo sirve para cultivarse a sí mismo a través de la meditación, y el taoísmo sirve para cultivar el cuerpo". Entre las demás religiones que coexistían con estas tres sectas fundamentales se cuentan el islamismo, el cristianismo y el catolicismo.
 

Arquitectura Confuciana

En su etapa más temprana, el confucianismo era sólo un concepto y no involucraba dioses ni brujería, pero durante el reino del emperador Wudi (del 140 a.C. al 87 a.C.), de la dinastía Han, pasó a ser una escuela de pensamiento liderada por el gobierno, que veía en ella una herramienta muy útil para unificar la manera de pensar del pueblo, y para estabilizar el país. El fundador de la doctrina, Kong Qiu (Confucio), fue denominado el "Maestro de la Eternidad", y rápidamente empezaron a brotar templos para honrarle a lo largo y ancho de China. Los templos de adoración a Confucio también pueden ser considerados como una forma de arquitectura religiosa. Además, aparte de los templos propiamente dichos, las academias para el aprendizaje clásico también eran consideradas como parte de la llamada "arquitectura confuciana".
 

Arquitectura Budista

En el Siglo V antes de Cristo, en India, Siddharta Gautama fundó el budismo, y ya en el periodo final de la dinastía Han del Oeste (202 a.C.-8 a.C.) esta religión fue introducida en China -dada la intensidad de los intercambios comerciales y culturales-, a través de la Ruta de la Seda. En la dinastía Han del Este, el budismo empezó a fusionarse con las culturas autóctonas de China, resultando en una clase de budismo muy rica en características chinas que al final se convirtió en una de las corrientes principales del pensamiento tradicional en el país. Los monasterios, pagodas y grutas budistas se convirtieron rápidamente en una significativa representación de la arquitectura de la China de la antigüedad.
 

Arquitectura Taoísta

El taoísmo es una religión autóctona de China que estudia cómo existen los seres humanos en el mundo y cómo construyen sus relaciones con la naturaleza y la sociedad, así como la mejor forma para que puedan vivir saludablemente y gozar de longevidad e inmortalidad. El famoso arquitecto y creador del movimiento de la arquitectura orgánica estadounidense, Frank Lloyd Wright, fue profundamente influenciado por Lao Tse, el gran filósofo chino que fundó la escuela de pensamiento conocida como taoísmo. Sobre él, Lloyd Wright dijo: "Fue Lao Tse, que vivió quinientos años antes de Cristo, quien por primera vez arguyó que una casa no es sólo cuatro paredes y un techo, sino que también lo es todo acerca del espacio que encierra. Este concepto es completamente pagano; es más, puso de cabeza el concepto de la vivienda. Si uno acepta esta idea, está rechazando de plano el concepto clásico de la arquitectura".
 

Arquitectura Islámica

El islamismo empezó a propagarse por China a mediados del Siglo VII. En su proceso de transmisión y desarrollo, esta creencia asimiló elementos de la cultura tradicional china. El islamismo adoptó el pensamiento confuciano para explicar su doctrina, y así gradualmente fue tomando forma la fe islámica china, única en su clase. Las mezquitas que surgieron por todo el país eran de diversos estilos, pero muchas de ellas adoptaron el modelo de la casa-patio, propio de China.
 

Arquitectura Cristiana

En el año 635, durante la dinastía Tang, la secta nestoriana del cristianismo entró en China, pero casi de inmediato empezó a decaer. Sin embargo, durante el periodo Yuan, y al mismo tiempo con la iglesia católica romana, la secta volvió a tomar fuerza en el país. No obstante, la caída de la dinastía le significó un nuevo golpe mortal, que estuvo cerca de hacerla desaparecer.

Durante las dinastías Ming y Qing, especialmente después de la Guerra del Opio, las diferentes sectas cristianas entraron una tras otra en China para propagar esa religión, con tanta agresividad que rápidamente superaron a todas sus predecesoras. Los misioneros de las diferentes escuelas cristianas no tuvieron problema en llegar hasta los lugares más remotos del país para cumplir su objetivo. Ellos dejaron una huella eterna en la sociedad china, y también miles de templos que hoy hacen parte de nuestro valioso capital arquitectónico.