Defensa Militar - Murallas

Dado que en la China de la antigüedad las guerras eran algo común, los mecanismos de protección y defensa, como las murallas, trincheras y fosos, fueron creados por pura necesidad, pero inadvertidamente llevaron a un mayor desarrollo en la construcción de las ciudades. La creación de ciudades cerradas dejó en claro que la forma más importante de protección eran las murallas. Las más primitivas eran simplemente cercas de madera, rocas apiladas o tierra apisonada. Antes de la dinastía Song, las murallas exteriores rara vez estaban cubiertas de ladrillo. Sin embargo, la invención de la pólvora y su uso en los ataques a las ciudades trajo consigo una destrucción nunca antes vista. Como resultado, algunas ciudades importantes empezaron a fortificar los puntos más críticos en materia de defensa con murallas de ladrillo. Después de la dinastía Ming, los muros de protección fortificados con ladrillos se hicieron más comunes. La altura y espesor de las murallas dependía de las estrategias de defensa de cada ciudad. Almenas y torres de observación también diferían en número y tamaño, dependiendo del rango de las ciudades en términos de importancia.
 

(1) Muralla de la antigua ciudad de PingyaoMuralla de la antigua ciudad de Pingyao

La antigua ciudad de Pingyao, ubicada en la provincia de Shanxi, cuenta con una de las murallas mejor preservadas de toda China, y data del periodo entre los años 872 a.C y 782 a.C. En un principio, las murallas eran construidas con tierra apisonada. Luego, durante las dinastías Ming y Qing, fueron objeto de numerosas reparaciones y reconstrucciones. En la actualidad, el muro se extiende a lo largo de 6.163 metros, con el núcleo hecho de tierra y una capa exterior de ladrillo. En la base su espesor es de diez metros, y en la parte superior de 3,5 metros. La altura varía entre seis y diez metros. La ciudad tiene además seis estructuras cerradas con fines de defensa en la parte de afuera de la muralla, un total de 3.000 almenas y 72 torres de observación. A través de los siglos, esta bien fortificada ciudad de ladrillos, granito y fosos ha sobrevivido incólume tanto a ataques enemigos como a desastres naturales.
 

(2) La muralla de la antigua ciudad de NanjingLa muralla de la antigua ciudad de Nanjing

Nanjing, que fue construida durante la dinastía Ming, ha sido ampliamente reconocida como la primera ciudad que llegó a tener una muralla de ladrillo en todo el país. Su edificación comenzó en 1366, y fue una consolidación de las ciudades capitales construidas por anteriores dinastías en el mismo lugar. La altura del muro oscila entre 14 y 21 metros, mientras que la anchura de la base ronda los 14 metros. Arriba, entre lados hay de cuatro a nueve metros. En conjunto, Nanjing cuenta con 13 grandes entradas a lo largo de la muralla, y cada una de ellas tiene un juego de doble puerta, con una compuerta de apertura vertical colgada de lo alto, y detrás de ésta una puerta de doble hoja, hecha de madera y reforzada con metal.

La ciudad de Nanjing fue el producto de la labor e inteligencia de lugareños de las provincias localizadas en los cursos medio e inferior del río Yangtse. La manufactura de los bloques para la muralla era objeto del más estricto control de calidad, y en cada uno estaba grabado tanto el lugar de origen como los nombres del fabricante y el encargado de verificar la calidad. Con el fin de hacer el muro aún más resistente, los cimientos fueron tendidos con rocas de granito, y para adherir los ladrillos entre sí se utilizó una mezcla de pasta de cal, aceite de tung y arroz glutinoso. De allí que la muralla esté prácticamente intacta, aún después de 600 años.
 

(3) La Gran Muralla ChinaLa Gran Muralla China

La Gran Muralla es una de las hazañas arquitectónicas más sorprendentes de la humanidad, y es también el proyecto de defensa de mayor escala en la historia de China. Su longitud es de más de 6.000 kilómetros, y se extiende desde la sección del río Yalu que pasa por la provincia de Liaoning (noreste) hasta la puerta de Jiayuguan, en la provincia de Gansu, en el este.

La muralla fue originalmente construida para defender a los diferentes reinos de las invasiones de las tribus nómadas del norte.

Fue Qin Shihuang, el primer emperador de la dinastía Qin, quien por primera vez tuvo la idea y tomó la decisión de unir todos los segmentos del muro con el fin de obtener una sola pieza. Para esto requirió de la fuerza y el trabajo de dos millones de esclavos. Los gobernantes de las dinastías subsiguientes siguieron fortificando y reparando lo que ya existía de la pared hasta cuando la obra fue dada por concluida, después de la dinastía Ming.

Para hacer más efectiva la defensa, la pared siempre estaba vigilada por compañías enteras de soldados, y los eventuales daños o fallas eran reparados con prontitud. El gobierno Ming dividió la Gran Muralla en nueve áreas de defensa, cada una de las cuales estaba a cargo de un general.

La mayor parte de la Gran Muralla está compuesta por murallas de ciudad, y está atravesada por escaleras. En la base tiene seis metros de lado a lado, y en la cima cinco metros. Del suelo a la cumbre hay 6,6 metros. El núcleo de la pared está hecho de tierra compactada, y hacia afuera tiene capas de gigantescos bloques y rocas. En el pensamiento de los diseñadores, cinco caballos o diez hombres deberían poder caminar uno junto a otro sobre la muralla. Las almenas, puestos de tiro y canales de desagüe eran parte importante de la construcción.

La muy eficiente práctica de utilizar amaneras como señales durante el día permitió que la muralla cumpliera aún con más efectividad su función de mecanismo de defensa.

En el evento de que se descubriera presencia enemiga durante el día, los soldados apostados en las torres hacían una quema para producir humo. Si la amenaza era advertida en la noche, hacían disparos de advertencia. De acuerdo con registros históricos, durante la dinastía Tang las señales de humo podían transmitir un mensaje hasta una distancia de 1.000 kilómetros en un solo día. En tiempos de la dinastía Ming, este sistema fue mejorado; además de fuego y humo empezaron a ser utilizados cañones, con lo cual la velocidad a la cual podía transmitirse una señal en un solo día aumentó a 3.500 kilómetros.

La Gran Muralla no sólo fue un proyecto de labor altamente intensiva, también reflejó el ingenio de los artesanos antiguos, los cuales tomaron en consideración la topografía de cada zona por la que pasaba el muro y la combinaron con una acertada selección de materiales de construcción para crear esta sorprendente maravilla del mundo, que no sólo cruza el espacio sino también el tiempo.