Escultura China

La escultura en China es un arte muy vinculado con los ritos funerarios desde la antigüedad. A ¡o largo de la historia puede comprobarse la protección simbólica de las sepulturas importantes o los panteones imperiales mediante estatuas a tamaño natural o de gran talla. Además, en las tumbas se enterraban también pequeñas esculturas de objetos, personajes y actividades productivas para acompañar al difunto en el más allá. La Introducción del budismo significó un enriquecimiento de estilos y volúmenes y la aparición de las primeras esculturas religiosas y monumentales.

Las estatuas funerarias más famosas son las de los guerreros de terracota a tamaño natural de Xi'an, guardianes de la tumba del Primer Emperador. Luego están las grandes estatuas de piedra de la "Vía del Espíritu" que lleva a las tumbas Mlng en Pekín, En todos estos casos (como las tumbas Han y Tang de Xi'an y las tumbas Ming de Nankín) hay representaciones de animales reales o fantásticos, guardianes o solícitos funcionarios.

En cuanto al ajuar funerario, los hallazgos neolíticos han mostrado las esculturas chinas más antiguas conocidas hasta la fecha: pequeños objetos de hueso y madera zoomorfos o antropomorfos, piezas de jade (discos o figurillas humanas y animales). A partir de los Shang, estas últimas se encuentran en las tumbas de los príncipes y personajes de alto rango. A partir de la época Han se empezó a colocar junto al difunto estatuillas con representaciones de la vida cotidiana que han arrojado mucha luz sobre el modo de vida de la época. Entre los numerosos ejemplos pueden mencionarse las figurillas de la tumba Han de Xianyang: un ejército en miniatura de unas 2.500 estatuillas. En las tumbas Tang se han encontrado figurillas de elefantes, jinetes, músicos, funcionarios y juglares.

La escultura budista dio nueva Inspiración a los artistas. Nació en la India y llegó a China con las caravanas del norte o por el mar desde el sur, traída por los mercaderes, misioneros o peregrinos que habían acudido a la India. Las primeras estatuas de Buda sirvieron de modelo para la creación de otras cada vez más sinizadas. Rostro, ropajes, adornos y posiciones de manos y pies dieron lugar con el tiempo a un tipo original, amplificado por sus dimensiones gigantescas. Entre las características de las primeras estatuas budistas chinas, destaca la forma alargada de la cabeza, el ropaje rígido y esquemático, los rasgos del cuerpo trazados de modo vigoroso, la sonrisa enigmática; en resumidas cuentas, una cierta dureza que simboliza el alto nivel espiritual que quería representar el artista. En las épocas Sui y Tang, con el budismo ya completamente asimilado por la cultura china, aumentó la morbidez de los relleves, con formas más llenas y suaves, ropajes más suntuosos y rostro más benevolente; Incluso las estatuas guerreras del panteón budista adquirieron gestos expresivos. Algunos lugares budistas chinos son famosos por sus estatuas monumentales (las grutas de Dunhuang y Luoyang o el famoso Buda sobre el río de Leshan, Sichuan). Se trata de auténticas ciudades budistas excavadas y labradas en la roca, con cantidad de figurillas en la gruta de os "mil Budas" y esculturas gigantescas en las laderas de las montañas. En cuanto a la tipología, es muy frecuente la tríada compuesta de Buda y dos Bodhlsattvas como núcleo central del lugar o templo o los cuatro Guardianes y 18 discípulos.

En relación con las representaciones, hay una característica particular en la escultura china: las figuras siempre aparecen en posición frontal, sin que se pueda rodearlas. Resulta especialmente evidente en las grandes esculturas rupestres, que parecen formar cuerpo con la montaña y a las que no se puede ver el dorso, y también en las figurillas exentas con una parte del cuerpo lisa, que dan la Impresión de estar formadas por mitades esculpidas por separado. La representación frontal obedece a la concepción geomántica de alinearse con las fuerzas de la naturaleza sin enfrentarse a ellas.

Merece una mención particular la escultura y las Inscripciones en las estelas: se conserva gran cantidad de ellas, con escritura a veces minúscula pero siempre armoniosa y legible, testimonio de un alto grado de refinamiento técnico y artístico.