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Beijing, el corazón político y cultural de China, es una de las ciudades más grandes del mundo y su población supera los 21,54 millones de habitantes. Beijing ha servido de la capital del país más de 800 años, y se convirtió en capital imperial con la dinastía Yuan (1297-1368), y tanto los emperadores de la dinastía Ming como los de la Dinastía Qing gobernaron desde la Ciudad Prohibida. El espíritu de cambio que se respira hoy en la urbe añade una nueva y emocionante dimensión.
Nombre Chino: 北京
Govierno: Municipalidad; Capital de China
Código de Área: 010
Código Postal: 100000
Superficie: Beijing tiene una superficie de 16.808 kilómetros cuadrados.
Geografía: Beijing está en el extremo norte de la llanura de China del Norte. La Plaza de Tian'anmen en el centro de Beijing, está ubicada a 39°56'N y 116°20'E. Beijing se encuentra aproximadamente a la misma latitud que Filadelfia en los Estados Unidos y Madrid en España. En la ciudad 39% es tierra plana y otra 61% es zona montañosa. Beijing está rodeado por las Montañas Yanshan en el oeste, norte y este mientras que la pequeña llanura aluvial del Río Yongding se limita con la ciudad al sureste. Beijing enfrenta el Mar de Bohai, y también la zona se llama la Bahía de Beijing.
Población: alrededor de 21.516.000（2014）
División Administrativa: Beijing es la segunda mayor ciudad de China después de Shanghai. La ciudad se divide en 16 distritos urbanos y suburbanos y 2 distritos rurales.
Beijing en chino significa Capital del Norte, para distinguirla de Nanjing, la Capital del Sur (ambos nombres figuran en esta guía bajo la grafía de Pekín y Nankín). Se encuentra a 44,28 m sobre el nivel del mar, entre las montañas Yanshan al noreste, la estepa mongol al noroeste, las montañas Taihang al oeste y al sur la gran llanura agrícola. El golfo de Bohai queda 113 km al este.
Esta situación geográfica determina las particularidades ambientales y climáticas de la ciudad: sensible oscilación térmica entre verano e invierno, con 30-37 °C en agosto y 60 por ciento de humedad y 0-10 °C en invierno y 30 por ciento de humedad. En cambio otoño y primavera son templados y moderadamente húmedos.
La población de Beijing ronda los 20 millones de habitantes, el 95 por ciento de etnia Han. Se habla el dialecto pekinés, muy próximo al mandarín o lengua oficial Putonghua.
Beijing tiene una rica historia que se refleja en sus espectaculares palacios, templos y parques, incluyendo la Ciudad Prohibida - el complejo arquitectónico antiguo más grande y mejor conservado del mundo; el Templo del Cielo - donde los emperadores de las Dinastías Ming y Qing realizaban ritos solemnes para cosechas abundantes; el Palacio de Verano - jardín de retiro magnífico de los emperadores; las Tumbas Ming - los mausoleos majestuosos de 13 emperadores de la dinastía Ming; y la Gran Muralla mundialmente conocida y realmente inspiradora.
Construcción a gran escala ha traído grandes cambios a Beijing desde la Fundación de la República Popular de China en 1949 que añade más y más nuevas atracciones a la misteriosa ciudad antigua. Sin embargo, esto no significa que esta ciudad esté encadenada al pasado. Todo lo contrario, Beijing es una capital internacional vibrante que se dirige hacia el futuro a una gran velocidad. Gracias a su acelerada economía, los rascacielos se amontonan en el horizonte, los coches embotellan las calles y los habitantes se apelotonan en los ceñiros comerciales para gastar frenéticamente.
En Beijing se puede tomar parte en las fiestas nacionales o festejos tradicionales como el Año Nuevo lunar o la Fiesta de Otoño y en otras fiestas populares como el Festival de las Flores de Melocotonero (abril-mayo) en los parques del Palacio de Verano y el Jardín Botánico, el Festival de los Crisantemos (septiembre-octubre) en las zonas verdes de la ciudad y el Palacio de Verano o la Fiesta de las Hojas de Otoño (octubre-noviembre) en las Colinas Perfumadas. Otras celebraciones tradicionales importantes son el Qinming o Día de los Muertos (principios de abril) dedicado al culto a los antepasados, la Fiesta de las Linternas (a los quince días del Año Nuevo lunar) y las que tienen lugar en los templos budistas y taoístas.
La ciudad ofrece lugares notables por su importancia histórica y artística, hoteles lujosos y confortables y toda clase de atracciones turísticas: teatro, música, deporte, cines, discotecas, clubs y bares (a menudo con karaoke) y otras específicamente chinas como acrobacias, danza, escuelas de caligrafía, artes marciales, acupuntura y la posibilidad de ver a la gente practicando taichi (taijiquan) en los parques a primera hora de la mañana. En sus numerosos restaurantes se degusta la diversidad de la cocina china: desde sabores picantes de Sichuan al fino bocado del dim sum cantonés. Conjuntamente con la gente, los monumentos históricos y el ambiente, las atracciones de Beijing incluyen su apetitosa comida, buenas compras y una animada vida nocturna. En pocas palabras, una emocionante e inolvidable experiencia le espera en Beijing.