Guo Moruo, Destructor y Creador

La mayor contribución aportada por Guo Moruo consiste en la publicación en 1921 de su colección de poemas La Diosa, la que dotó a la poesía nueva el carácter "moderno" verdadero.

El nombre real de Guo Moruo era Guo Kaizhen. Nació en Leshan, provincia Sichuan. Fue a Japón para estudiar en el año 1914 y regresó en 1923 para dedicarse a labores culturales. En 1928, empezó a llevar una vida en exilio en Japón por ser objeto del arreste. Volvió solo a la patria para participarse en la Guerra de Resistencia contra Japón, apartado de su esposa e hijo. Como un poeta, dramaturgo, historiador, arqueólogo y calígrafo, dedicado a la política por largo tiempo y con experiencias abundantes a lo largo de la vida, es una persona bastante polémica.

En La Diosa se incluyen un total de 57 poemas, casi todos de los cuales fueron compuestos durante el período de estudio en Japón, cuando había estallado el Movimiento del 4 de Mayo, pero fue un joven residente en otro país lejano el que verdaderamente cantó el espíritu de la época de avances a pasos grandes y desplegó al colmo las funciones de expresión de sentimientos de la poesía, "con tono de oleadas y voz de trueno". Probablemente gracias a esa distancia, Guo Moruo logró crear obras poéticas grandiosas y desenfrenadas con características de autoelogio, autocelebración y autojuerga, en vez de entregarse a la oscuridad de la realidades sociales y las angustias de la vida.Siguiendo los principios del romanticismo occidental, aceptó cabalmente el pensamiento panteísta, tomando como ejemplo el poeta alemán Johann Wolfgang Von Goethe e influenciado por el poeta americano Walt Whithman. Su creencia fundamental fue pasiones e imaginaciones.Dicen que Guo Moruo ostentó una vez que al escribir se portaba como si padeciera malaria, con las manos temblando de emociones, sin tener tiempo suficiente para poner en orden los papeles.

Junto con Yu Dafu, Cheng Fangwu y otros intelectuales fundó la Sociedad Literaria Creadora. En efecto, sus obras fueron creación de nombre y destrucción en realidad. Por ejemplo, en el poema titulado "Perro Celestial" incluido en "La Diosa", cuyo material fue extraído de la leyenda antigua sobre eclipse de sol, creyendo que se trataba de un "perro celestial comiendo al sol", el autor convirtió el perro celestial en una figura de "Yo", protagonista lírico fuerte, rebelde y frívolo, quien obtuvo energía ilimitada después de devorar el mundo viejo y cumplió la autosalvación en medio de la destrucción violenta, lo cual estaba en concordancia con el tema de la época de la salvación nacional.

¡Soy un perro celestial! Vengo a devorar el sol. Vengo a devorar la luna.

Vengo a devorar todos los planetas. Vengo a devorar el universo

¡Yo soy yo!

Yo me despellejo a mí mismo, como mi carne, bebo mi sangre, mastico mi corazón e hígado. Corro sobre mis nervios, corro sobre mi médula, corro sobre mi cerebro.

Otra obra importante de La Diosa es el poema largo Nirvana del Fénix, que aprovechando la leyenda del fénix, que "con maderas fragantes reunidas se suicidó quemándose, para luego resucitar sobre las cenizas", combinó creativamente las leyendas egiptas y chinas, para presentar la voluntad firme de apartarse del mundo viejo y el yo del pasado, para volver a vida después de bañarse en el fuego". El poema comienza con las maldiciones del fénix a la inmundicia y la crueldad, luego presentó el suicidio del fénix con una escena heroica, al final, aclamó jubilosamente el renacimiento en llamas del fénix. Por supuesto, se trata también de la expectativa y la bendición de la nueva vida de la patria del compatriota Guo Moruo."El artículo mío Nirvana del Fénix fue símbolo del renacimiento del país", aclaró una vez.

Las obras posteriores de Guo Moruo no pudieron alcanzar la altitud de La Diosa. A pesar de que La Diosa fue un poco superficial, jactanciosa y extensiva en la expresión de sentimientos, merece la obra que fundó la base de la poesía nueva, que creó un nuevo estilo poético de una época, y el propio Guo Moruo fue el primero en presentar unas cualidades de un gran poeta.