Vino Sagrado para Ofrenda Misteriosa

En China, el líquido que se usaba en las primeras ofrendas de sacrificio no fue el vino sino pura agua, porque la gente de aquel entonces todavía no había dominado la tecnología de vinificación. Los antiguos pensaban que el agua pura era muy preciosa y se debía presentar a los divinos como un regalo adecuado. En realidad, incluso después de la aparición del vino, la costumbre persistía en algunos sacrificios usando pura agua como ofrenda. Tal agua utilizada en el sacrificio se denominaba como vino misterioso.

En tiempos antiguos, el vino usado en sacrificios se dividía en dos categorías principales. Una fue el vino hecho de forma natural y la otra fue que se golpeaba la hierba de tulipa al líquido y se agregó en cereales para la fermentación. El vino hecho de esta forma tenía una fragancia natural.

El vino normal está hecho generalmente de cereales y agua fresca .Como los ingredientes se mezclan en diferentes proporciones y el tiempo de maduración es distinto, el color y la concentración del vino producido también son diferentes. Los antiguos generalmente dividían el vino en cinco categorías según el color e intensidad del sabor y daban diferentes nombres. El vino, cuando es menos intenso y más claro, es más valioso. Para rituales de sacrificio, también había un conjunto de requisitos, los cuales no sólo requerían el tipo de vino que se usaba, sino también detallaban los recipientes en que se ponía el vino.

La cultura de la dinastía Shang y Zhou tenía el núcleo en la cultura ritual y el sacrificio fue una parte importante de tal cultura .Las inscripciones preservadas en objetos de bronce tienen una gran cantidad de referencias relacionadas con el sacrificio, algunas de las cuales se conforman con los documentos clásicos y otras complementan sus omisiones. Los rituales de sacrificio en la antigüedad se dividían en dos categorías principales, que eran el sacrificio a antepasados y el sacrificio a militares El sacrificio a antepasados incluía las ofrendas regularmente recurrentes a todos los antepasados y ofrendas específicas a los familiares muertos. Lo más importante y solemne de las ofrendas a militares fue el sacrificio de cautivos.

En la antigüedad, especialmente bajo la dinastía Zhou del Oeste, cuando se llevaron a cabo gran sacrificios, el evento más importante fue las “ofrendas al imitador.” ¿Qué es el “imitador”? Es algún antepasado o espíritu a quien se hacía el sacrificio interpretado por una persona viva cuando los sacrificios se llevaron a cabo. La selección del imitador fue estrictamente regulada. Para sacrificios del estado, la figura fue usualmente tomada por un ministro de alto rango; las actividades de sacrificio de la gente ordinaria se dirigían principalmente a sus antepasados y entonces el imitador fue generalmente seleccionado de entre los nietos del muerto. La función del imitador fue muy importante y cualquiera que fuera su estado original, una vez seleccionado como el imitador, representaba el antepasado o la divinidad en el proceso del sacrificio. Incluso el gobernante del estado tenía que hacerle reverencia y ofrecerle vino y otros objetos de sacrificio. El imitador tenía que sentarse en el altar del sacrificio mientras los participantes se arrodillaban delante de él y actuaban como si el antepasado o el espíritu vinieran de verdad a visitar ese lugar desde otro mundo. Las ofrendas al imitador tenían una influencia profunda en el desarrollo posterior del teatro.

Las ofrendas de sacrificio fueron distintas en escala y la cual fue generalmente reflejada en las veces que se ofrecía el vino. El sacrificio al antepasado ocupaba el rango más alto y el vino se ofrecía nueve veces; las ofrendas a los espíritus del cielo y tierra venían después y el vino se ofrecía siete veces; los espíritus de montaña y río, así como otros espíritus naturales recibían cinco ofrendas de vino.

De acuerdo con los documentos antiguos, en el sacrificio de la dinastía Zhou de hace 2.500 años, el vino tenía las siguientes funciones: antes de cada sacrificio, había personas designadas para preparar el vino que se usaba en la ofrenda. Tanto el vino normal como el fragante todos fueron requeridos. También tenían que preparar cantidades especificadas de tipos distintos del vino normal. Entonces, el vino total para un sacrificio podía ser más de 150 litros. Al mismo tiempo los recipientes y cucharones para mantener y coger el vino también tenían que ser preparados. Los cucharones estaban generalmente hechos de jade o por lo menos las manejas de los cuales.

Al comienzo del sacrificio, después de que todos los participantes habían tomado sus asientos, el primer paso fue espolvorear el vino fragante en el suelo a fin de pedir a los espíritus descender del cielo. Los antiguos creían que los espíritus eran particularmente sensibles a los olores fragantes y luego de espolvorear el vino en el suelo, la fragancia que se emanaba inmediatamente y podía fácilmente atraer los espíritus. Luego el gobernante tomaba un cucharón hecho de jade y cuchareaba el vino fragante desde un recipiente, ofreciéndolo al imitador en el altar quien figuraba como el antepasado más antiguo. El imitador debía primero espolvorear un poco del vino fragante en el suelo y luego tomar un pequeño sorbo, poniendo el resto en el altar. Después, a la consorte del gobernante le tocaba ofrecer el vino al imitador, quien lo respondía con la misma secuencia de acciones anteriores. Luego el gobernante y su consorte ofrecían el vino de la misma manera a otros imitadores. El propósito de esta parte del ritual fue pedir a los espíritus venir. Cuando terminó esto, los participantes imaginaban que los espíritus a quienes estaban sacrificando ya llegaban .A continuación, se presentaban objetos de ofrenda tales como cerdos, bueyes u ovejas a los espíritus. Después, bajo la música, el gobernante y su consorte ofrecían el vino a los imitadores desde cada lado del altar y les invitaron a disfrutar de la comida y de nuevo les ofrecían el vino. Esta vez el vino debía ser menos intenso, para que los imitadores enjuagaran la boca. Los antiguos habitualmente enjuagaban la boca de esta manera después de comer. Luego los ministros de alto rango ofrecían el vino al gobernante y su consorte sucesivamente. Después de tomar el vino, el gobernante y sus ministros bailaban en frente de los imitadores a fin de mostrar la prosperidad y fuerza del estado. Luego los príncipes y otros ofrecían el vino a los imitadores, los cuales también llenaban el vino de príncipes y ministros, y después de eso, se retiraron llevando el conjunto de la interpretación al fin.

En rituales de sacrificio como esto, el vino no sólo fue el catalizador para el contacto entre el ser humano y los espíritus, sino también impregnaba el intercambio completo entre ambas partes.