Ciudad Antigua de Pingyao

El pasado continúa vivo en Pingyao. Mientras que otras ciudades Ciudad Antigua de Pingyaohan optado por la modernización, a menudo a costa de su herencia histórica. Pingyao se aferra tenazmente a la tradición.

Al amanecer, cuando la luz matinal baña con cálidos tonos los muros cenicientos de Pingyao, uno se encuentra de vuelta al pasado, mientras se contempla una fortaleza de la dinastía Ming en todo su imponente esplendor. Sus atalayas, cañones de hierro fundido, impresionantes pórticos de madera y muros macizos proporcionan una sensación de solidez. En ese momento despierta la ciudad. Los estrechos callejones que serpentean alrededor de los portales de las distinguidas residencias, rebosan con sus habitantes. Los comercios abren sus puertas mostrando las cajas registradoras modernas sobre antiguos mostradores. Alrededor, el bullicio de las bicicletas, tricicletas-taxi y ciclomotores. Aquí en Pingyao, la modernidad convive con reliquias centenarias.

La antigua ciudad amurallada constituye un valioso hallazgo arquitectónico. Las calles, edificios públicos y residencias privadas de estilo Ming y Qing están en buen estado de conservación. Pocos edificios sobrepasan las dos plantas. Muchos de ellos están embellecidos por aleros espléndidos, ventanas con celosías intrincadas, farolillos de cristal pintados a mano y maderas ornamentadas.

Una obra artesanal tan exquisita no debió salir muy barata, pero hemos de tener en cuenta que Pingyao subsistió como principal centro de actividades bancarias durante las dinastías Ming y Qing. Su acaudalada población estaba compuesta de mercaderes y hombres de negocios, que emprendieron la construcción de mansiones, diseminándolas con la misma habilidad que desarrollaban el comercio y los negocios. De los numerosos bancos de Pingyao, el más famoso es la Oficina de Cambio Rishengchang, el mismo que se fundó en 1643. Todavía conserva los primeros registros del negocio.

Una de las razones de la prosperidad del lugar es su emplazamiento. Se encuentra en el corazón de la provincia de Shanxi entre la llanura central y el desierto del norte. Los mercaderes de la etnia Han china que la ocupaban podían comunicarse fácilmente con las tribus del norte y establecer lazos comerciales con el resto de China.

Antigua Muralla de Ciudad, Ciudad Antigua de Pingyao

Antigua Muralla de Ciudad

Calle de Ming y Qing, Ciudad Antigua de Pingyao

Calle de Ming y Qing

 

Los sufridos muros de la ciudad también participaron en la defensa de Pingyao de los pillajes enemigos entre los siglos XIV y XIX, permitiendo su rápido desarrollo. La muralla fue erigida por primera vez durante la dinastía Zhou, y reconstruida posteriormente durante la dinastía Ming. La muralla de barros se recubrió con ladrillos tras el incendio provocado por las tropas Song en el año 960 d.C.

Las fortificaciones son complejas—el perímetro cuadrado es de 12 metros de altura y 5 metros de espesor, con plataformas cada 500 metros y 3.000 almenas en el muro exte¬rior, 72 atalayas, y un sistema de drenaje acabado con refuerzo de ladrillos. La muralla está rodeada por fosos de 3 metros de anchura y profundidad y seis puentes colgantes, cada uno de los cuales da a las puertas de la ciudad. Se puede hacer el recorrido de la muralla en un par de horas.

Alrededor del siglo XIX, la ciudad, antaño activa, cayó en una oscuridad provinciana y la muralla se convirtió en una prisión psicológica. En los años 1980, cuando el fervor de modernización atravesó China, los dirigentes de la ciudad planificaron derribar la parte antigua y reconstruir la ciudad, para adecuarla a lo que se esperaba que fuera un gran auge económico.

Mientras los proyectistas soñaban con una ciudad modernizada y con el resurgimiento económico de Pingyao, los locales se esforzaban por recuperar la zona antigua. El profesor Rúan Yisan, especialista en planificación urbanística de la universidad de Tongji en Shanghai, trabajó incansablemente para concienciar a los funcionarios del valor cultural de Pingyao. Sus esfuerzos tuvieron resultado, y la modernización quedó fuera de la muralla antigua. En 1986, el estado declaró Pingyao patrimonio histórico nacional, garantizando su conservación. La ciudad recibió acopio de fondos, lo que aceleró la restauración. En In 1997, Pingyao entró en el catálogo del patrimonio de la humanidad de la UNESCO, así que finalmente, se abrió un resquicio de esperanza.

También se la conoce como la Ciudad de la Tortuga. Las puertas del norte y del sur representan la cabeza y la cola de una tortuga, y las cuatro puertas orientales y occidentales representan las cuatro patas, los dos pozos que se encuentran justo tras la puerta sur son los ojos. Una red de callejuelas une las calles principales de tal manera que incluso el trazado de la población se parece a los dibujos del caparazón de una tortuga.

Callejeando por la ciudad, el viajero se siente parle de una típica película china de época. El dramatismo señorial de la arquitectura Ming y Qing cubre las calles pintorescas. Como en los viejos tiempos, no hay coches en las callejuelas serpentinas de Pingyao; Peatones y ciclistas abarrotan los callejones, y los conductores de tricis-taxi pedalean apresuradamente. Puede apetecerle subir a uno por diversión, aunque una lenta caminata a pie le proporcionará una encantadora recompensa visual. Las antiguas moradas del pueblo llano constituyen reliquias culturales fascinantes. La mayoría de los recintos están organizados en cuadriláteros (siheyuan), donde las casas están construidas alrededor de un patio cuadrangular. Existen 3.797 hogares de este tipo, alrede¬dor de 400 en condición impecable. Se conservan en tal estado original en parte debido al clima seco de Shanxi y también porque resultaron ilesas de las guerras.

Templo de Dios de la Ciudad

Templo de Dios de la Ciudad

Rishengchang, Banco Antiguo Chino

Rishengchang, Banco Antiguo Chino

 

Hay tantas mansiones, templos, museos, paradores y tiendas— ¿Por dónde empezar a explorar? Es muy posible que se hospede en un hotel cerca de Ming Qing Jie también conocida como Nan Da Jie, la vía pública más importante del centro. Esta calle ha sido completamente restaurada y actualmente engloba hoteles que ofrecen las tradicionales camas hechas de ladrillo y calentadas (kang en chino), restaurantes que ofrecen la célebre carne de vaca de Pingyao, y comercios que pregonan una increíble colección de obras de arte tales como antigüedades, muebles, monedas antiguas, pinturas chinas, tallas de jade, objetos barnizados en laca y trajes tradicionales. Antaño, esta misma calle estaba animada por unas 700 tiendas, muchas de las cuales continúan exactamente como eran a lo largo de los siglos. En esta bulliciosa calle, esperando a que el visitante la escale, está la Torre de la Ciudad, de 18,5 metros de altura—el edificio más alto de la ciudad. No empiece el ascenso sin la cámara: Cuando llegue arriba, puede que desee captar la vista de los aleros que inundan la ciudad.

Junto a la calle Ming Qing, el Museo de la Escolta Armada Tongxinggong ofrece una visión objetiva del significativo papel que interpretaron las escoltas armadas en el desarrollo del comercio. Durante las dos dinastías, el auge económico significó una gran cantidad de dinero en desplazamiento de una a otra zona. Para impedir los asaltos, los mercaderes de Pingyao, prácticos e ingeniosos, confiaron su recaudación en las manos de escoltas de seguridad profesionales. Wang Zhenqing, un clásico exponente de las artes marciales, formó la primera escolta profesional para ofrecer este importante servicio, instrumento del rápido desarrollo del comercio chino.

El Templo del Dios de la Ciudad en Nan Da Jie data de la dinastía Song del Norte. Los visitantes entran por un pasaje abovedado de madera con doble alero, de tres pórticos. Era la sala de un teatro, con seis enormes urnas para amplificar las voces de los intérpretes, se puede asistir a representaciones de ópera durante la fiesta anual del templo el 27 de mayo.

En el extremo oriental de Xi Da Jie está Rishengchang, que significa “nacimiento de la prosperidad ', el primer banco de China. Lo que empezó como los esfuerzos de un simple hombre de negocios para administrar con garantía las cuentas de su amplia y extensa compañía, se convirtió en una iniciativa bancaria privada que se expandió como un incendio—un fenómeno similar a lo ocurrido en Europa a finales de la Edad Media.

Actualmente convertido en museo, la oficina principal estaba en el mismo sitio durante la dinastía Qing. Hay 21 edificios alrededor de tres patios. A cada lado del frontispicio del patio se encuentran los mostradores, las operaciones bancadas más importantes se realizaban en el edificio del patio del medio, que funcionaba como una casa de cambio.