Calle Barkhor

Uno de los mejores lugares para admirar la Lhasa de hoy en día y su diversidad de cultura es la ajetreada zona de Barkhor, la calle comercial más antigua de la etnia tibetana de Lhasa. Es un camino en forma de anillo y ai mismo tiempo de manzana alrededor del monasterio de Jokhang. Barkhor, que significa en tibetano “círculo central”，es un camino de oración de las masas tibetanas. En la bocacalle que se intersecta con la carretera hay una rueda de la ley, frente a la cual se celebraba el acto de mayoría de edad de la joven tibetana al cumplir las 16 primaveras.

La calle Barkor es un renombrado centro comercial del Tíbet, donde hay 120 tiendas y 200 puestos comerciales. Se venden diversos artículos artesanales tibetanos y artículos del interior del país, así como de La India y Nepal, desde joyas de turquesas hasta rosarios de meditación, coloridas ropas tibetanas tradicionales y prendas de lana de yak. Aquí se pueden ver grupos de monjes ataviados con sus túnicas marrones y azafrán fundiéndose con los tibetanos de áreas remotas que calzan largas botas y portan dagas y grandes collares de turquesa. Es un destino obligado para el turismo y para ir de compras.

Largas colas de devotos peregrinos tibetanos caminan en sentido de las agujas del reloj en Barkhor recitando oraciones con sus rosarios de oración y haciendo girar las ruedas de oración o postrándose completamente mientras dan la vuelta al templo de Jokhang, uno de los más sagrados templos del Tíbet. Estos devotos peregrinos llevan guantes de piel de yak y delantales para protegerse las manos al deslizarse por el suelo pedregoso; sus postraciones reverentes son para exculpar malas obras hechas en el pasado. De todas parles del Tíbet acuden los peregrinos postrantes a Lhasa.