Pintura de Paisajes: Maestros Yuan del Paisajismo

La pintura del período Yuan significó a un tiempo un regreso al pasado y un paso adelante.

Qian Xuan (hacia 1235-1300) buscó su inspiración en los maestros Tang, y sus paisajes están deliberadamente pintados en estilo arcaico. No obstante, incorporan una pincelada que no es típica de dicho período. Estos rasgos se manifiestan con mayor claridad en la obra de Zhao Mengfu (1254- 1322), cuyo rollo Colores otoñales en las montañas Qiao y Hua es arcaico en la intención, pero creativo en la ligera textura de la pincelada. En sus representaciones del bambú, del árbol y de la roca, emplea una pincelada de ágil «blanco aéreo» sobre la superficie del papel, y deja algunos sectores en blanco. También era un gran calígrafo. Como los pintores académicos del siglo XI,sostuvo que la pintura era un medio de expresión de los sentimientos interiores del artista, y subrayó la íntima relación entre pintura y caligrafía. Ante todo, sin embargo, realzó el espíritu de la antigüedad.

Zhao Mengfu no se apartó del período Tang y de los maestros Song septentrionales en cuanto a su mensaje, pero combinó esta fidelidad con un trazo caligráfico muy libre. Esta característica la llevarían a sus máximas consecuencias los cuatro maestros del período Yuan: Huang Gongwang, Ni Zan, Wu Zhen y Wang Meng.

Maestros Yuan del Paisajismo
Residencia en las montañas de Fuchun, de Huang Gongwang

Residencia en las montañas de Fuchun, de Huang Gongwang (1269-1354), es una de las obras maestras de la pintura china, que capta la esencia del paisaje con una variación de trazos perfectamente equilibrados. Por la dedicatoria de la pintura sabemos que el artista la realizó para un amigo, y que invirtió tres años en su ejecución (1347-1350). En sus obras paisajísticas, Wu Zhen (1280-1354) combina el manejo del pincel al modo de Dong Yuan y Ju Ran, de la dinastía Song norteña, con un atrevido empleo del espacio abierto, aunque rehúye los celajes «románticos» de la escuela Ma Xia. Ni Zan (1301-1374) se apartó de la vida cortesana y renunció a su condición de funcionario al servicio de los soberanos mongoles, que negaron al academicismo el prestigio de que antes había disfrutado. Como muchos artistas plásticos y poetas de su tiempo, se retiró para vivir una existencia de eremita. «En mi bote de fondo plano y tocado con mi sombrero de bambú para protegerme de la lluvia, fui de un lado para otro navegando por los lagos.» Sus pinturas fueron principalmente paisajes despojados, y mostró una gran maestría en la economía del uso de la tinta. De sus pinturas de bambúes dice: «Las hice simplemente para expresar el desbordamiento de mi corazón.» Se afirma que Ni Zan pintó los bambúes a la luz de una vela, y cuando se levantaba al día siguiente y miraba el trabajo realizado, no tenía el menor parecido con el bambú. Se reía y exclamaba: «Ah, pero ¡una falta total de parecido no es cosa fácil de lograr!» La ingravidez de sus pinturas refleja su propio espíritu. Su Estudio Rongxi está ejecutado con diestros trazos horizontales, con las líneas verticales de los árboles equilibradas en perfecta armonía. Wang Meng (1308-1385) manejó el pincel con una más íntima trabazón de trazados. Construyó sus paisajes con una densa textura de pinceladas, empleando un pincel seco para la realización del follaje, y confiriendo a la pintura un movimiento nervioso y vibrante. Recurrió al lavado para representar la fronda alejada y «quemó» tinta para la textura de las cortezas. Sus paisajes culebreaban por toda la altura del rollo. Estos cuatro maestros dieron la pauta a los pintores académicos del período Ming.