Qué Ver en Macao

Macao tiene un rico patrimonio de su pasado chino y portugués que incluye muchos ejemplos excepcionales del arte y la cultura occidental y oriental. Aquí encontrará con templos chinos, iglesias católicas; fortalezas antiguas y otras reliquias históricas dentro de un ambiente moderno que es testimonio de una mezcla cultural de Oriente y Occidente.
 

Península de Macao

La Parte Central

La ciudad de Macao se fundó en el sur de la península, cerca de la carretera que da a la bahía conocida como Praia Grande, y creció a partir de este lugar. Por desgracia, en la actualidad un paseo frente al mar ya no es lo que era, porque la bahía está siendo encerrada y están en marcha los trabajos de recuperación de terreno al mar. Resulta mucho más satisfactorio caminar por la calle principal, que atraviesa la Praia de este a oeste, llamada Avenida do Infante D. Henrique en la parte este y Avenida de Almeida Ribeiro en la parte oeste. En el extremo este de la calle se alza el extraordinario y llamativo Hotel Lisboa, aunque la mayoría de los sitios de interés se encuentra en la parte oeste de la Praia, en particular en el hermoso Largo do Senado, que marca el centro de la ciudad y guarda la inconfundible influencia de la Europa del sur, no sólo en su arquitectura, sino también en su papel de ser un lugar para que la gente pasee, se siente y converse al aire libre.

En el extremo norte de Largo do Senado, alejada de la calle principal, se puede contemplar la bella iglesia barroca del siglo XVII, Iglesia de Santo Domingo, mientras que hacia el sur del Largo, frente a la plaza, al otro lado de la Avenida do Infante D. Henrique, está el Leal Senado, que está considerado el más hermoso edificio portugués de toda la ciudad. El visitante puede pasar al patio interior y contemplar los magníficos azulejos portugueses en las paredes, mientras que subiendo las escaleras que salen de este lugar se llega primero a un jardín y luego a la propia Cámara del Senado, ricamente decorada. A finales del siglo XVI, esta sala solía estar abarrotada con todos los ciudadanos de la colonia, que se congregaban para debatir temas de importancia. El título de senado —leal— lo ganó durante el período en que España ocupó el trono de Portugal, y Macao se convirtió en el último baluarte de los lealistas al auténtico rey. Hoy en día, la Cámara del Senado aún es utilizada por el gobierno municipal de Macao, aunque ya no es la cámara democrática de los viejos tiempos. Contigua a ella se encuentra la biblioteca pública, de madera tallada, con un fondo que incluye un depósito de muchas obras de los siglos XV y XVI que aún se pueden ver en las estanterías; el visitante puede entrar libremente y hojearlos.

Unos centenares de metros al oeste de Largo do Senado, Almeida Ribeiro va a parar al llamado Puerto Interior, que domina, y está protegido por el continente que está al otro lado del agua. Los transbordadores que van a Guangzhou aún utilizan este puerto, y también solía ser la ubicación del Casino Flotante, un artefacto feo y moderno sobre el agua, que bullía a todas horas con una multitud de jugadores. Vale la pena curiosear por algunas de las calles que están más al interior de este punto, en especial las inmediatamente al norte de Almeida Ribeiro. Algunas de ellas, como Rúa Felicidad, paralela a Almeida Ribeiro, se han liberado de su antigua sordidez y ahora presentan multitud de agradables restaurantes y pequeños hoteles. Al sur del embarcadero del Guangzhou Ferry, Rúa das Lorchas, la calle que resigue la línea costera está llena de viejas galerías y tiendas con mucho ambiente.

A unos pocos centenares de metros al norte de Largo do Senado se encuentra el edificio histórico más famoso de Macao, la Ruinas de la Catedral de San Pablo, que en su tiempo fue aclamada como el mayor monumento cristiano del este de Asia; hoy en día, sin embargo, no se conserva más que la fachada. Construida a principios del siglo XVII, dominó la ciudad durante unos 200 años, hasta su inoportuna destrucción a causa de un incendio en 1835. Con todo, y de un modo fortuito, la fachada, que siempre había sido considerada la parte más sobresaliente del edificio, no se desplomó; esculpida ricamente y muy recargada de estatuas, la resquebrajada piedra aún ofrece una visión imponente desde la base de las escaleras, en la Rúa de Sao Paulo. Las antiguas cripta y nave se han convertido en un museo que muestra el diseño y la construcción de la iglesia.

Inmediatamente al este de Sao Paulo, asoma otro monumento de los inicios del siglo XVII, la Fortaleza do Monte. Hay que subir a este lugar y pasear por sus antiguas murallas para disfrutar de algunas magníficas vistas de la ciudad. Se trata de una masa imponente, aunque se utilizó sólo una vez en actos militares: para repeler a los holandeses en 1622, cuando le sonrió el éxito de hacer saltar por los aires el polvorín de éstos con un afortunado disparo de cañón.

Atravesando las calles que hay a unos pocos centenares de metros al noroeste de Sao Paulo, el viajero llega a la que quizá sea la parte más bonita de Macao, la zona que rodea la Praça Luís de Camoes. Al norte, enfrente de la plaza, se encuentra el Jardim Luís de Camoes, un agradable parque umbrío, lleno de grandes árboles, que es muy popular entre la gente del lugar. Fue construido en honor del gran poeta portugués del siglo xvi, Luís de Camoes, se cree que estuvo desterrado aquí durante parte de su vida. En él hay también un museo, el Museo de Luís de Camoes, que tiene su sede en una villa del siglo XVIII conocida como Fundación Oriente (llamada originariamente «Garden House») y que posee algunos atractivos grabados históricos del enclave.

Sin embargo, la auténtica joya se halla inmediatamente al este de la plaza: se trata del Antiguo Cementerio Protestante, donde se enterraba a todos los comerciantes, visitantes, marinos y aventureros no católicos que morían en Macao. Se han restaurado todas las lápidas, y son bastante legibles. En este tranquilo lugar, bajo la sombra de los árboles, resulta increíblemente conmovedor conocer las últimas voluntades de esas personas, en su mayoría individuos británicos, norteamericanos y alemanes, que murieron lejos de su hogar a principios del siglo XIV.

Casino Lisboa, este auténtico templo del juego, de arquitectura kitsch, está situado dentro del hotel del mismo nombre construido en los años treinta en la esquina entre la elegante Avenida da Amizade y Avenida do Infante Dom Henrique. Esa última conduce a la Ciudad Antigua, cuyas tortuosas calles exhiben en los letreros las tiendas de pescado, antigüedades v artesanía sus antiguos nombres portugueses. Hoy en día, se complementa con Grand Lisboa, más moderno.
 

El este

Aproximadamente a 1 km al noreste de la Fortaleza do Monte se encuentra otra zona por la que merece la pena pasear. En la conjunción de esa calle con Estrada de Adolfo Loureiro, el lugar al que llega el visitante, resguardado detrás de un alto muro, es el pintoresco Jardim Lou Iim loe, un típico jardín chino, lleno de bambúes, pabellones, pájaros en sus jaulas y ancianos jugando a mahjongg. A unos minutos de aquí, se halla la Casa Conmemorativa de Sun Yat-sen, en la confluencia de la Avenida de Sidonia Pais y la Rúa de Silva Mendes. Se trata de una vieja mansión, atractiva y laberíntica, con recuerdos de Sun Yat-sen diseminados por todas partes; este personaje vivió durante algún tiempo en Macao en los arios previos a que se dedicara a las actividades revolucionarias. El visitante puede dejarse caer por el lugar, como mínimo para contemplar la decoración interior, muy propia de la época de cambio de siglo xix al XX.

La empinada colina que hay hacia el este de este lugar es la más alta de Macao; su cima está coronada por la Fortaleza Guia, del siglo XVII; la forma dominante del conjunto es un hermoso faro encalado, que se añadió en el siglo XIX y del que se cree que es el más antiguo de toda la costa china. Se puede realizar una agradable excursión hasta el fuerte, de una duración aproximada de 1 h, por un camino ascendente; al otro extremo de la Colina da Guia existe un teleférico que enlaza con el Jardín Flora. Desde el punto más alto de su recorrido se pueden contemplar algunas vistas soberbias de toda la península, que incluyen, en un día claro, un vislumbre, al este y remoto, de la isla de Lantau. En el puerto, debajo de la Colina da Guia, se puede ver el Casino Flotante, una desvencijada estructura de madera, pero con ambiente, repleta de jugadores chinos de rostros endurecidos. Cerca de allí se encuentra el Tourist Activity Centre, que alberga el Museo del Grand Prix y el Museo del Vino; el primero evoca la historia del Grand Prix de Macau y el segundo ofrece una mirada a la historia de la elaboración del vino. Cerca del Culture Centre, otra forma distintiva del Outer Harbour (Puerto Exterior) es la estatua de bronce de 20 m de altura de Kun Iam, la diosa de la Misericordia. Está sobre una pequeña isla artificial, enlazada con el frente marítimo por una pequeña calzada.
 

El norte

La parte norte de la península es, en su mayoría, una zona residencial, aunque posee algunos puntos de interés. Se pueden caminar los 3 km que van desde Almeida Ribeiro hasta el punto fronterizo, pero las calles de este extremo de la población no tienen ningún ambiente, de modo que es mejor recurrir a los autobuses locales para realizar este trayecto.

En la Avenida do Coronel Mezquita, que atraviesa la península de este a oeste a unos 2 km al norte de Almeida Ribeiro, se encuentra el fascinante templo de Kun Iam, al que se puede llegar en el autobús 12 desde el Hotel Lisboa. Este complejo religioso, dedicado a la divinidad de la Misericordia, tiene unos 400 años de antigüedad, pero el suceso más importante asociado con el lugar es que aquí firmaron, en 1844, su primer tratado de comercio y cooperación Estados Unidos y China; aún se puede ver la superficie de granito en la que sellaron el acuerdo. En el interior, bajo las sombras de banianos, hay algunos pequeños santuarios, con la sala del templo principal, a la que se llega a través de un tramo de escaleras. Alrededor de la estatua central de Kun Iam, hacia el fondo, una multitud de estatuas representa a los 18 sabios de China, entre los que, curiosamente, se halla Marco Polo (a la izquierda, en eL extremo), que aparece con barba rizada y con bigote. Los fieles que se ven en este lugar agitando barritas de bambú en cilindros intentan descubrir algo de su futuro.

Desde el templo de Kun Iam se puede ir en el autobús 18 directamente hasta las Portas do Cerco, o Barrier Gate (Puertas de la Barrera), el estucado arco de entrada del siglo XIX. En la actualidad, la vieja puerta es superflua; la gente cruza la frontera por un complejo de aduanas y de servicio de inmigración que hay a un lado de ella. Esto significa, como mínimo, que el visitante puede examinar el monumento muy de cerca, puesto que ya no es zona restringida. A un corto paseo hacia el oeste de la puerta se encuentra el Parque Conmemorativo de Sun Yat-sen, que permite interesantes vistas sobre Zhuhai, en la República Popular, que está inmediatamente al otro lado de un pequeño canal. Los autobuses 3 y 10 hacen el viaje de vuelta desde la puerta hasta Almeida Ribeiro y el Hotel Lisboa.

Casi en el cruce entre Avenida da República y Avenida Dr. Sun Yat-Sen, frente a Baia Grande, al lado del Centro de Congresos y Espectáculos de Macao (Macau Convention & Entertainment Centre) se eleva la Torre de Macao. Inaugurada en diciembre de 2001, con sus 338 m es uno de los edificios más altos del mundo. Se pueden visitar diferentes plantas, la más alta de las cuales se encuentra a 223 m. En el piso 60° hay un bar restaurante sobre una plataforma que va rotando en el que se puede comer un buffet, y desde la terraza al aire libre que hay por encima de él, rodeada de altas cristaleras ligeramente inclinadas, se puede contemplar un paisaje impresionante. .Algunas plantas más abajo, a 216 m, los más valientes pueden probar el "paseo por el cielo" (skywalk), que consiste en caminar, asegurados por una cuerda, por la estrecha plataforma sin barrera que da la vuelta a la torre.
 

El sur

La pequeña pero escarpada lengua de tierra que hay al sur de Almeida Ribeiro es un lugar muy interesante para pasear, con mansiones coloniales y sus jardines que asoman a cada esquina. La mejor manera de iniciar una exploración de la zona es subir por la empinada Rúa Central que sale de Almeida Ribeiro para dirigirse hacia el sur, justo al este de Largo do Senado. Después de 5 minutos, el visitante puede desviarse y tomar una pequeña calle a su derecha, donde se encuentra la iglesia de Santo Agostinho, de principios del siglo XIX, con una coloración en tonos pastel. Volviendo de nuevo a Rúa Central, ésta conduce, más hacia el sur, a otra bella iglesia deSão Lourenço, en blanco y crema, de la misma época que la anterior, y que se alza entre palmeras.

Si se continúa unos centenares de metros en dirección sur, se alcanza la línea de la costa en la parte suroccidental de la península, que se conoce como el Distrito de Barra. Cuando el viajero tiene enfrente el mar, el famoso templo A-Ma está inmediatamente a su derecha. Situado debajo de Barra Hill, que domina el Puerto Interior, este templo puede tener una antigüedad de 600 años en alguna de sus partes, y es anterior, sin duda, a la llegada de los portugueses a la península. Dedicado a la diosa A-Ma, cuya identidad se confunde entre las de Reina del Cielo y Diosa del Mar (y que parece ser la misma que Tin Hau en Hong Kong), el santuario es una hermosa mezcolanza de altares y pequeñas construcciones exteriores entre las rocas.

Al otro lado de la calle, frente al mar, se ve la ofrenda votiva al mar del siglo xx, el Museo Marítimo. Es un museo moderno, con una excelente presentación, que comprende desde antiguos exploradores hasta técnicas de navegación, equipamientos y embarcaciones. Por algo más de dinero, el visitante puede incluso apuntarse a una visita en barco en uno de los juncos amarrados en el mismo exterior del museo. Este trayecto da la oportunidad de navegar a vela por el Puerto Interior, mientras se van escuchando detalles, en inglés, de las vidas de pescadores locales. Tras caminar un poco en dirección sur por la misma costa, se llega a la punta extrema de la península que hoy en día ocupa la Pousada de São Tiago, un increíble hotel construido en los restos de la fortaleza portuguesa del siglo XVII, llamada Fortaleza de Barra. Se entra por la puerta frontal y, a continuación, se sube por un túnel de piedra por donde discurre el agua; realmente, merece la pena llegarse hasta el café que hay en la veranda de la Pousada para tomar una copa mientras se contempla el mar. Continuando el paseo por la zona sur de la península, y ya en dirección norte, se pasa por un bello edificio color crema, de estilo colonial, que hay en lo alto de un promontorio. En otros tiempos fue el Bela Vista, el mejor hotel del territorio, pero con motivo del traspaso de soberanía se entregó como residencia al representante de Portugal en Macao. Recorrer la calle que, desde este lugar, va hasta Praia Grande, cerca del Hotel Lisboa, significa otros 10 minutos a pie. El maravilloso edificio rosa de la izquierda, poco antes del Praia Grande, es el Palácio do Governo, del siglo XIX.
 

Las Islas

Las dos islas de Macao, Taipa y Coloane son simples puntos de terreno que, tradicionalmente, daban cobijo a unos pocos pueblos de pescadores, aunque en la actualidad, con la apertura del nuevo aeropuerto en Taipa, la construcción de un segundo puente desde el continente y un amplio programa de recuperación de tierras al mar, aquella antigua tranquilidad está a punto de desaparecer. De hecho, Taipa está tomando con rapidez las características de las afueras de una ciudad. De momento, sin embargo, la vida parece continuar relativamente tranquila, en particular en Coloane, y ambas islas merecen una visita, ya sea en autobús o en una bicicleta alquilada.

Los autobuses 11 y 33 van a Taipa Village desde Almeida Ribeiro, mientras que las líneas 21, 21A, 26 y 26A se detienen en el exterior del Hyatt Regency, en Taipa, antes de continuar hacia Coloane.

Taipa

El pequeño núcleo urbano de Taipa conserva numerosos edificios coloniales de principios del siglo XX, casi todos en Rúa du Supico.

El más interesante es la Casa Museu, situada en Avenida da Praia, un curioso compendio de elegante mobiliario y decoración al gusto de la época con influencias estéticas del arte europeo y chino Taipa cuenta desde hace algún tiempo con el Macau Jockey Club, un hipódromo muy concurrido al que acuden hasta 18.000 espectadores, antes ubicado en la península.

Coloane

El núcleo habitado de la isla se extiende en torno al Largo Presidente Antonio Ramalho Eanes, pequeña plaza bordeada de residencias de color blanco, rosa y azul.

En la Capilla de San Francisco Javier (1928) se conservan unas reliquias del santo muy veneradas por toda la comunidad católica de Asia.