Nanjing es la capital de la provincia de Jiangsu. El nombre chino Nanjing ("Capital del Sur") hace referencia a la condición de capital Imperial que durante mucho tiempo caracterizó a la ciudad. Está situada al sudoeste de la provincia, casi en el límite de Anhui, en la orilla meridional del río Yagtze; el clima se caracteriza por los veranos calurosos y húmedos y los inviernos suaves. En la actualidad es una metrópoli de 4 millones y medio de habitantes con un gran peso cultural en todo el país (basta recordar la "escuela de Nankín", que agrupa a los pintores contemporáneos más importantes de China; la presencia de escritores de la talla de Su Tong, o sus famosas Universidades a las que acuden numerosos estudiantes extranjeros). Su Importancia en el aspecto económico también va en aumento; en la actualidad goza de un floreciente tejido Industrial (vehículos a motor, electrónica, metalurgia, industria textil, cerámica) que viene a sumarse a su tradicional actividad agrícola y pesquera.
 

Historia

Ocupando un punto estratégico en la orilla sur del río Yangtze, en un bonito marco de lagos, río, colinas boscosas y defensas montañosas, Nanjing ha tenido un papel importante desde los primeros tiempos, aunque sus principios como ciudad amurallada no tuvieron lugar hasta el año 600 a.C. Cuando se produjo el derrocamiento del imperio Han en el año 220 d.C., Nanjing era la capital de media docena de dinastías locales, y cuando los Sui reunificaron China en el año 589, la construcción del Gran Canal empezó a aumentar de forma notable la importancia económica de la ciudad. Se hizo importante por sus herrerías, fundiciones y textiles, en especial por los brocados veteados, fabricados en casas nobles y monasterios. Durante los períodos Tang y Song, Nanjing rivalizó con la vecina Hangzhou como la ciudad más rica del país, hasta que en 1368, el primer emperador de la dinastía Ming decidió convertirla en la capital de toda China.

Durante siglos después, aunque las demandas de Nanjing para ser la capital fueron usurpadas por la potente dinastía Qing, establecida en el norte, los movimientos antiautoritarios siempre se asociaron con movimientos para recuperar la antigua capital. Durante 11 años, a mediados del siglo XIX, los rebeldes de Taiping establecieron la capital de su Reino Celestial en Nanjing. El cerco, y final recuperación de la ciudad por parte de las fuerzas de Qing con apoyo extranjero en 1864, fue uno de los sucesos más tristes y dramáticos de la historia de China.

Después de la Guerra del Opio, el Tratado de Nanking, que cedía Hong Kong a los británicos, fue firmado aquí en 1841, y Nanjing también sufrió la indignidad de ser un puerto de tratado. No obstante, cuando fue derrocada la dinastía Qing en 1911, la ciudad volvió a florecer y se convirtió en la capital provisional de la nueva República de China, con Sun Yatsen y su primer presidente. El mausoleo de Sun Yatsen, Zhongshan Iing, en el límite del moderno Nanjing, es uno de los grandes centros de peregrinaje de los chinos.
 

Ciudad Cultural

El gran proceso de industrialización ha impuesto un ritmo creciente en los programas de desarrollo urbanístico, lo que ha supuesto la desaparición de algunos de sus testimonios históricos. No obstante, el casco histórico al que rodea la antigua muralla (la muralla urbana más extensa de cuantas se conservan en el mundo) aún conserva las largas calles bordeadas de árboles y tradicionales casas de madera que le confieren un aire de ciudad del pasado, y no de frenética urbe moderna como ocurre en otras ciudades chinas; por otra parte, la proximidad de las Montañas Purpúreas (Zijin Shan) que dominan el lado oriental hacen de Nanjing una ciudad próxima a la naturaleza.
 

Metropolis Moderna

Hoy en día, la ciudad sigue siendo un importante enclave ferroviario (un gran puente de la década de 1960 permite cruzar la línea Beijing Shanghai sobre el Yangtze) y un importante puerto de río para grandes barcos. Hoy en día, como capital de la provincia de Jiangsu, con una población de más de 4 millones de habitantes, Nanjing, con sus amplias avenidas flanqueadas por árboles y casas con balcones dentro de los muros y puertas Ming, es una de las principales ciudades chinas más atractivas.