Budismo Tibetano

Visitar templos budistas no lleva aparejada ninguna complicación y, por lo general, son lugares abiertos y acogedores, aunque ahora se cobra entrada a los turistas. La mayoría de templos permanecen abiertos por la mañana (9-12 h), cuando los peregrinos realizan sus visitas y circunvalaciones, y de nuevo tras el almuerzo (14 o 15-17 h). Los templos más pequeños pueden estar cerrados, pero pregunte por el vigilante y tendrá mu- c as. Posibilidades de que le permitan entrar. No es necesario descalzarse, pero deberá caminar en el sentido de las agujas del reloj tanto al circunvalar el complejo entero, el edificio & capillas, y no deberá comer, beber ni fumar en el interior. Lo correcto es preguntar antes de tomar fotografías, ya que las sensibilidades varían. Las pequeñas ofrendas realizadas en los altares son de agradecer, y bastará con unos pocos fen o con un yuan, o bien con manteca para las lámparas.

La variedad de ofrendas que los tibetanos devotos hacen a sus divinidades enorme e incluye desde el humo de enebro enviado hacia las alturas en los quemadores de incienso banderas de oración impresas con plegarias que ondean en tejados y montes, las estampas religiosas lanzadas al viento desde puentes y pasos de montaña (lungda), los echarpes blancos (katag) ofrecidos a las imágenes y lamas, la manteca para mantener las lámparas ardiendo en los altares, la repetición de mantras que invocan estados de conciencia particulares, hasta el girar de los molinillos de oración que cuentan con oraciones impresas y enrolladas en su interior. El motivo de todo ello es obtener méritos en esta vida para purificar el karma. Si quiere participar, observe lo que hacen los fieles y haga lo mismo; nadie se molestará, sino todo lo contrario.

Dar limosna a los mendigos es otra manera de obtener méritos, y los templos tibetanos más grandes cuentan con batallones de mendigos que sobreviven gracias a la caridad de los peregrinos. Tanto si quiere ofrecer algo como si no, es asunto suyo, pero si quiere,entonces tenga en cuenta que 1 yuan es una cantidad adecuada, y es la que suelen ofrecer los tibetanos.

El budismo tibetano consta de varias escuelas, cada una de ellas con un énfasis filosófico o práctico diferente, aunque no hay diferencias básicas fundamentales. La Ñyingmapa, <

Divinidades

El budismo tibetano resulta bastante abrumador por el enorme número de divinidades a las que se venera y por el hecho de que cada una de ellas puede tener manifestaciones y formas diversas. Por ejemplo, Tara, que quizá sea la divinidad más popular, cuenta con 21formas diferentes, e incluso la imagen más sencilla tiene un nombre sánscrito y otro tibetano. A continuación se citan algunas de las más comunes y más fáciles de identificar.

Amitayus (Tsepame) y Vijaya (Nangyelma), suelen aparecer con la Tara Blanca, conformando la trilogía de la inmortalidad.

Avalokiteshvara (Chenresi en tibetano, y la bodhisattva Guanyin en los templos chinos) es el patrono y protector del Tíbet y cuenta con muchas emanaciones, siendo la más distinguible la de once cabezas y 1.000 brazos. Tara también es una emanación de Chenresi.

Maitreya (Jampa),el Buda del futuro.

Mañjusrí üampelyang), el bodhisattva de la Sabiduría.

Padmasambhava tiene ocho manifestaciones, siendo la más aparente la de Guru Rímpoche. También le verá con sus consortes, Yeshe Tsogyel y Mandarava.

Sakyamuni es el Buda histórico.

Tara (Dolma) encarna el aspecto femenino de la Compasión. Es una emanación del bodhisattva Avalokiteshvara, nacida de sus lágrimas para secundarle en su acción compasiva. La Tara Verde está asociada con la protección, y la Blanca, con una larga vida.