Historia de Beijing

La ciudad propiamente dicha, tal como hoy la conocemos, Historia de Beijingse remonta a siete siglos atrás, aunque la región está habitada ininterrumpidamente desde tiempos prehistóricos. El habitante más antiguo de la zona fue el Sinantropus pekinensis (Hombre de Pekín), que vivió hace medio millón de años en las cuevas de Zhoukoudian, al suroeste de la capital. Junto a las cuevas hay un pequeño museo con una exposición de fósiles que muestran el avanzado nivel de civilización alcanzado por el Hombre de Pekín. Conocía el uso del fuego, trabajaba la piedra para fabricar útiles de caza, confeccionaba adornos. La antigüedad de los restos humanos y demás piezas encontradas hacen del Sinantropus uno de los representantes de la especie humana más antiguos y mejor adaptados al medio.

Durante el Neolítico, la tradición histórica china se fija al sureste de Pekín, donde 5000-4000 años a.C. surgieron Zhuolu, capital del legendario Emperador Amarillo (Huang Di), y después Youdu, capital de su sucesor, el emperador Yao. En aquellos tiempos se practicaban ya formas rudimentarias de agricultura y ganadería que testimonian la existencia de comunidades y relaciones sociales.

En época Zhou (1121-221 a.C.) existió la ciudad de Ji en las inmediaciones de la actual Puerta Guang'an (Guang’an Men), junto al Templo de la Nube Blanca (Baiyun Guan). Durante el período de los Reinos Combatientes (480221 a.C.), la ciudad de Ji fue la capital administrativa del reino de Yan y posteriormente un importante enclave militar, cuando Qin Shuhuang Di unificó por primera vez el imperio. Su estratégico emplazamiento en la encrucijada de la llanura, las montañas y la estepa dieron a Ji un puesto de gran importancia entre las principales ciudades del imperio. En época Sui (581-618) la reforzó militarmente el emperador Yang y en época Tang (618-906) el emperador Taizong la utilizó como base en sus expediciones a Corea.

Tras la caída de los Tang, Ji quedó a merced de las tribus del norte. En el 936 la conquistaron los khitan (kara khitai), que en el 947 adoptaron el nombre dinástico de Liao. Su imperio se extendía del Mar Amarillo a los montes Altai y las llanuras centrales, y tuvo en Pekín la ciudad más importante en territorio chino, ya que la capital khitan estaba en la cuenca del río Liaohe, Manchuria; Ji pasó a llamarse Capital del Sur (Nanjing) o Capital de Yan (Yanjing).

A comienzos del siglo XII,otros nómadas del noreste, los jurchen o nuzhen, originarios de Heilongjiang y antepasados de los manchúes, se aliaron con la dinastía local Song y se lanzaron a la conquista de China. En 1125 los Song tomaron Yanjing, pero los jurchen los expulsaron y obligaron a sus antiguos aliados chinos a refugiarse al sur del país. Los jurchen quedaron dueños de la ciudad y una gran parte del territorio chino y adoptaron el nombre dinástico de Jin (Jin del Norte, para distinguirlos de la otra dinastía del mismo nombre). La nueva dinastía eligió en 1153 Nanjing como capital y pasó a denominarse Zhongdu o Capital del Centro. Fue entonces cuando comenzó a crecer la ciudad, mediante la construcción de nuevas edificaciones, conforme a un esquema urbanístico definido, con miras a transformar un enclave fronterizo en una auténtica capital al estilo chino. Se copiaron los modelos arquitectónicos Song en palacios, templos e instituciones educativas. La ciudad alcanzó un perímetro de 18 km, con una muralla interior de 5 km para rodear el centro urbano destinado al emperador. La población aumentó por el éxodo de miles de campesinos en busca de mayor seguridad ante las incursiones de los pueblos nómadas, además de por la presencia de obreros y artesanos empleados en las obras públicas. En total, se debió de llegar al millón de habitantes. Los barrios de las diversiones (wazi) también se construyeron al estilo Song y se convirtieron en un crisol étnico (Han, jurchen khitan, etc.) que diQ vida a expresiones originales, entre otras, el teatro tradicional chino.

El ejército mongol invadió Zhongdu en 1215 procedente del norte. Los Jin trasladaron la capital a Kaifeng, aunque la dinastía no sobrevivió a la maquinaria bélica de los mongoles. La región de Pekín se convirtió en el asentamiento más importante de los mongoles, que se adaptaron al modo de vida chino y emprendieron la reconstrucción de Zhongdu según los cánones chinos. Así se lo encomendó Qubilai Khan al monje budista Liu Binzhong, procedente del Tíbet conquistado en 1252, quien trabajó en el proyecto desde 1267 a 1296,año de la muerte del Khan. Qubilai había adoptado en 1271 el nombre dinástico de Yuan y había vuelto a establecer la capital en Zhongdu, a la que cambió el nombre por el de Dadu o Gran Capital, más conocida a partir de entonces como Khanbalig o Ciudad del Gr an Khan, la Cambalu que describió Marco Polo:

"Cambalu quiere decir en nuestra lengua «ciudad Historia de Beijingdel señor»... La ciudad es cuadrada y se extiende por veinte millas. La fachada de cada lado tiene muros de adobe de seis millas de longitud, enjalbegados por fuera, de veinte pasos de altura y de anchura, por la parte inferior, de diez pasos... Cruzan además el recinto calles anchas y tiradas a cordel con tal precisión que desde una puerta, a causa de la rectitud de la vía, se ve en derechura la puerta de enfrente... En el centro se alza un palacio muy grande donde hay una campana enorme con la que se dan cada tarde tres toques... Cada una de las puertas es vigilada todas las noches por mil hombres..."

En ella vivió el viajero italiano entre 1275 y 1292, y dejó escrito un testimonio de inmenso valor para el conocimiento de la historia de la ciudad: un lugar de planta cuadrada con el palacio del emperador en el centro, rodeado de murallas y foso. Aquí se levantaron los edificios públicos, el Templo de los Antepasados Imperiales y el Altar de la Tierra y el Trigo. El perímetro exterior de la ciudad debió ser de unos 30 km, con numerosos jardines y templos adornados con esculturas y pinturas. En el año 1293 entró en funciona miento el canal Tonghui, que enlazaba la capital con el Canal Imperial que iba a las regiones agrícolas del sur. Eso garantizó el abastecimiento de la ciudad en adelante, incluso en caso de guerras, hambrunas o desastres naturales.

Numerosos viajeros visitaron la capital de los mongoles antes y después de su reconstrucción. Aparte del citado Marco Polo, cabe mencionar al franciscano Giovanni da Pian di Carpine (1246), el dominico André de Longju meau (1249), el franciscano Wilhelm de Rubruk (1253) y el franciscano Giovanni da Montecorvino (1294). Todos ellos escribieron relatos sobre las maravillas de la ciudad.

Las tropas chinas conquistaron Dadu en 1368,y poco después el resto del país. La derrota militar de los mongoles puso fin a la dinastía Yuan y marcó el comienzo de la dinastía Ming (1368 1644), que restauró el dominio de la etnia Han. La capital sufrió graves daños durante el asalto y saqueo por parte de los vencedores. Los Ming la denominaron Beiping o Paz del Norte. 日 primer emperador Ming fijó su capital en Nankín, pero el emperador Yongle la trasladó a Beiping en 1406 y emprendió un grandioso proyecto de reconstrucción y engrandecimiento: murallas de 12 m de altura, palacios, jardines, edificios públicos y viviendas devolvieron a la ciudad su aspecto dé capital. Yongle se trasladó a la capital con toda la corte en 1421 y la llamó Beijing (Pekín).

La parte norte de la ciudad conservó el aspecto que tenía bajo la dinastía precedente, lo que le valió el nombre de "ciudad tártara"; en ella se encontraba el complejo imperial de la Ciudad Prohibida. La parte sur o “ciudad china” se construyó en tiempos del emperador Jiajing (1522-1566).

Pekín siguió siendo la capital en toda la época Qing (1644-1911), la última dinastía china que gobernó el imperio antes de su modernización. Los Qing eran de origen manchú, pero se asimilaron a lo chino, al igual que otras dinastías extranjeras precedentes. Adoptaron severas medidas restrictivas sobre la población Han (como, por ejemplo, la obligación de llevar coleta, dictada en 1646) y reforzaron el papel de las instituciones, gracias a la habilidad de los burócratas, aunque el poder se concentró en manos del emperador. La ciudad ganó en presencia, con la creación de parques y edificios públicos (academias imperiales, ministerios, etc.).

El emperador Qianlong (1736-1796) ordenó la construcción Historia de Beijingal noroeste de la capital del Palacio de Verano (Yuanmingyuan), un enorme parque con lagos artificiales, edificios, templos y lugares de esparcimiento destinado a acoger a la corte en los meses más calurosos. Las tropas anglofrancesas lo saquearon en 1860: durante la segunda mitad del siglo XIX, las vicisitudes históricas de China tuvieron su reflejo en la capital. Esta vez no se trató de enfrentamientos entre los Han y los nómadas, sino del imperio Qing, con toda su variedad étnica, y las potencias coloniales occidentales. Estas últimas impusieron su presencia en territorio chino a base de cañonazos, de manera que Pekín vivió una insólita etapa de (forzado) cosmopolitismo. Los tratados desiguales que pusieron fin a las guerras del opio obligaron a los Qing, entre otras cosas, a admitir en Pekín a los embajadores de los "demonios extranjeros”. Se levantaron edificios para uso exclusivo de los occidentales (club, hipódromo, lugares de diversión, etc.) y la vida de la ciudad se hizo aún más frenética si cabe. En tal situación estallaron numerosas rebeliones contra los Qing, con el objetivo de lograr su derrocamiento y la expulsión de los extranjeros. Las conspiraciones de las sociedades secretas (Triada, Loto Blanco, Taiping, Nian, etc.) se convirtieron en motines populares que afectaron a muchas regiones y a la propia capital, que había perdido en beneficio de Cantón el puesto de motor económico del país. El movimiento boxer destruyó en 1901 el barrio de las legaciones occidentales. La respuesta de los extranjeros fue violenta: parte de la ciudad de Pekín sufrió muerte y destrucción.

La dinastía Qing cayó en 1911,y el estado se descompuso y perdió la unidad política y administrativa. Durante el complejo período que va desde la proclamación de la República (1912) hasta la República Popular (1949), Pekín fue rehén de las sucesivas facciones que se disputaban el poder: los Señores de la Guerra, las tropas de Chiang Kaishek, los japoneses en 1935,otra vez el Guomindang en 1945 y en 1949 el Ejército de Liberación dirigido por Mao Zedong. En todo ese tiempo, Pekín no experimentó cambios urbanísticos significativos.

En cambio, la ciudad se ha transformado mucho en estos últimos cuarenta años. Se han derribado las murallas para facilitar el transporte y el ensanche urbano. Se han construido edificios modernos, sobre todo de uso público (escuelas, hospitales, museos, oficinas, mercados, hoteles, etc.), y enormes barriadas para acoger a las masas procedentes del campo: Pekín ha pasado de ser una ciudad horizontal (extensa y con edificios bajos) a convertirse en una ciudad vertical (rascacielos, antenas de radio, etc.), lo que le ha hecho perder parte de los barrios antiguos y su característico aspecto espacial. De todas maneras, en estos últimos años se está llevando a cabo un costoso proyecto de recuperación del patrimonio arquitectónico y artístico de la ciudad: al tiempo que se ensanchan los barrios periféricos para acoger a millones de personas se restauran y rehabilitan numerosos monumentos del casco histórico para que puedan visitarse. Se han recuperado templos abandonados y parte de la zona antigua se ha reservado completamente para la visita turística en un intento de remediar los desmanes del pasado. Parques, museos y teatros son objeto de una política de mantenimiento, igual que el recinto imperial de la Ciudad Prohibida y el Palacio de Verano. En resumidas cuentas, a pesar de la cantidad de rascacielos que se alzan en el centro de la ciudad, Pekín sigue conservando todo su encanto de capital de Oriente.