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Una ciudad real en la que predomina el color rojo, con muros 
gruesos y puertas altas, sería la más profunda impresión que deja Beijing al mundo.
Beijing, ciudad de más de 3.000 años y capital china por unos 800 años, ha estado siempre muy ligada a la historia. Al pie de la ciudad real, el Palacio Imperial grandioso e imponente brinda un espíritu vigoroso y serio. Por otro lado, Beijing es también una ciudad moderna donde se pueden encontrar todo tipo de elementos relacionados con la moda.
Por ello, tal parece que Beijing se divide en dos, una clásica y otra moderna. La noche se ha convertido en símbolo que destaca sus características.
Al llegar la noche, Beijing enciende sus lámparas fantásticas, y al mismo tiempo, parece vestir su traje más fino y hermoso. Las luces iluminan toda la avenida Chang’an, la torre Tian’anmen se muestra resplandeciente y magnífica, mientras que a sus alrededores las luces de diversos colores dibujan el perfil de las grandes construcciones; en las calles comerciales de Wangfujing y Xidan se observa un ininterrumpido flujo de personas; las imágenes de los muros largos y las torres de la Ciudad Prohibida se reflejan en el agua creando una vista muy hermosa.
La gente tiene un concepto inveterado: por lo general, la vida nocturna resulta más amena y variada en las zonas costeras como Shanghai y Guangzhou.El paisaje nocturno de Shanghai se concentra casi todo en la zona Waitan. Por la noche, las construcciones tanto clásicas como modernas se transforman en palacios de cristal que miran a la Torre de la Perla Oriental y la edificación Jinmao, ambas a la otra orilla del río. La noche de Shanghai está estrechamente vinculada a los paseos por las calles y las compras; mientras que la noche de Guangzhou es también variada y vigorosa, pero ordinaria. Las casas de sauna y de masajes de los pies y los restaurantes de comida de Guangdong y de ravioles se han transformado en el centro de la vida nocturna en esa ciudad. La gente suele pasear después de la cena y comer algo más afuera, costumbre que se mantiene desde hace mucho tiempo.
En realidad, la vida nocturna es una parte importante de una ciudad que necesita experimentarse lentamente, y Beijing no es la excepción. Se puede pasear por el antiguo Shichahai, ir a la casa de té Loashe para ver la ópera de Beijing, disfrutar de un concierto en el teatro, degustar comidas deliciosas en la calle Guijie, beber en la calle de bares Sanlitun hasta emborracharse o practicar deportes en algún gimnasio moderno.
China es un país con una fuerte cultura relacionados
con té y té chino ha ganado una alta reputación en el mundo. Ahora, hay cerca de 170 casas de té en esta ciudad, que se puede dividir en tres tipos: tradicional casa de té (una gran combinación de té y la cultura popular China), casa de té moderna (caracterizada por Oolong) y casa de té de característica especial (con estilo y decoración única). La tradicional es la preferencia de los viajeros que están interesados en la cultura local. Para la gente de Beijing antigua, la tradicional es un lugar para para sentarse, tomar un tentempié y contemplar espectáculos de Ópera de Beijing, música tranquila y artes marciales). Entre ellas, casa de té Laoshe es un símbolo de esto y es el más popular para los visitantes.
Lógicamente, como la capital del país, esta ciudad también es centro cultural de la nación. El Centro Nacional para Artes de Interpretación, la Sala de Conciertos de Beijing, el Palacio de Cultura Folklórica China cada uno ofrece lo mejor de espectáculos que agregan grandemente a la amplia variedad de pasatiempos en la ciudad.
Beijing es la ciudad de China que cuenta con más bares. El bar ya no se considera solamente una moda, sino también una modalidad recreativa.