Arquitectura de Jardines Chinos

Los jardines clásicos chinos eran conocidos por mezclar elementos naturales y artificiales con el fin de crear un ambiente relajado por el cual la gente pudiera deambular libremente. En ellos se combinaba lo mejor de la arquitectura, la pintura, la literatura y la horticultura, con lo que llegaron a ser la forma de arquitectura más integrada, y con el más alto nivel de maestría.

Clasificación de la Arquitectura de Jardines China

Los jardines clásicos de China pueden dividirse en tres categorías principales. Los jardines imperiales, como su nombre lo indica, estaban reservados para los emperadores y sus familias. Generalmente estos jardines hacían parte de los palacios imperiales, las abadías temporales y los palacios retirados de la capital donde los emperadores pasaban temporadas cortas. Eran inmensos, y además de servir para el placer y el entretenimiento de los gobernantes, o para que practicaran la caza, también eran utilizados como escenarios para la adoración de los dioses.

Los jardines privados eran construidos usualmente al interior y en los alrededores de las ciudades, aunque también eran incluidos en los planos de algunas residencias. Aunque eran mucho más pequeños que los imperiales, eran muy elegantes y exquisitos. Principalmente eran utilizados por los literatos para disfrutar de sus momentos de tranquilidad y soledad, por los académicos, para departir entre sí, o por funcionarios de alto rango y mercaderes acaudalados, para hacer despliegue de su riqueza y estatus social.

Finalmente estaban los jardines que eran construidos aprovechando los paisajes naturales, en los que había abundante vegetación y fuentes de agua. Normalmente se combinaban con estructuras artificiales, y estaban abiertos al público.

También era posible encontrar jardines en monasterios budistas y templos taoístas y de otras vertientes religiosas. Usualmente, estos jardines estaban localizados en lugares escénicos en los que había espesos bosques, con el objetivo de crear un ambiente tranquilo tanto dentro como fuera de los terrenos del templo. Algunos de estos parques pueden verse en varios de los templos más conocidos de China. Por ejemplo, los templos de Tantuo y de Jietai, en Beijing, el Salón Ancestral Jin, en Taiyuan (Shanxi), el jardín Xi, en Suzhou (Jiangsu), el templo Lingyin, en Hangzhou (Zhejiang), y los Ocho Templos Exteriores, en Chengde, en la provincia de Hebei. Los estilos varían notoriamente, así como el tamaño. La mayoría fue construida en lugares de atractivo turístico, sacando provecho del paisaje natural, por lo que gozan permanentemente de un gran flujo de visitantes.

Jardines Imperiales

Los jardines imperiales son los jardines clásicos más antiguos de China, y prácticamente todas las dinastías hicieron uso de ellos. Eran para uso exclusivo de los emperadores y sus allegados, y generalmente en su construcción se recurría a paisajes ya existentes, a los cuales les eran agregados elementos artificiales para proyectar la grandeza de la familia imperial. Con sus privilegios políticos y económicos, el emperador podía hacerse a la propiedad de cualquier lote de tierra que le apeteciera y ordenar que fuera convertido en un jardín para su disfrute personal. Superando en tamaño a cualquier jardín privado, el más pequeño de los jardines imperiales fácilmente podía ocupar un área de varios cientos de acres, en tanto que el más grande llegaba a tener una extensión de cientos de kilómetros.

Los jardines imperiales más antiguos de los que se tiene conocimiento en China fueron construidos en el Siglo XI a.C., durante las dinastías Shang y Zhou. Aquellos jardines imperiales que todavía existen fueron construidos o reconstruidos durante la dinastía Qing. En estos bellos jardines, el rol principal lo juegan las construcciones rodeadas de lagos, arroyos y colinas. Además, la selección de los nombres de los lugares escénicos localizados dentro de ellos era un proceso de suma importancia. Esto dio origen a una característica única vista en la mayoría de los jardines imperiales, con la combinación de hermosos paisajes naturales con imponentes palacios. Los más representativos de dichos jardines son el Palacio de Verano de Chengde y el Palacio de Verano de Beijing (Jardín Yiheyuan), así como el antiguo Palacio de Verano (Jardín Yuanmingyuan).
 

Palacio de Verano de Chengde - "Una miniatura del mundo para el emperador"

En los primeros años de la dinastía Qing, el emperador Kangxi ordenó construir un palacio de verano en Chengde, a más de 250 kilómetros de Beijing. Entre las justificaciones para esta medida estaban el fortalecimiento de los lazos con la zona de Mongolia. No sólo se trataba de una hacienda para que el emperador y su familia pudieran escapar del inclemente calor de la capital en el verano, sino también de un centro de comando en los territorios ubicados al norte de la Gran Muralla.

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Paisaje de Jiangnan en el Palacio de Verano de Chengde.

El diseño del palacio buscaba hacer una demostración de la inapelable autoridad del emperador. Más allá de los edificios, el jardín principal puede ser dividido en tres grandes áreas: el lago, las planadas y la zona montañosa. Éstas combinan los estilos paisajísticos del norte y el sur de China. El paisaje alrededor del lago es rico en el sabor de la región lacustre y fluvial de Jiangnan (en el sur), la parte plana trae a la mente los llanos que están más allá de la Gran Muralla, y las colinas son como una réplica de las cadenas de montañas del norte. No se trataba de simples copias, su diseño requería de enorme cuidado y esmero, pues la idea era que las edificaciones palaciegas se mezclaran con los paisajes de las zonas habitadas por la gente del común.

Cuando los hombres de letras empezaron a tomar parte en el diseño de estos jardines, la búsqueda de un resultado artístico se convirtió en su característica primordial. Especialmente durante los periodos de las dinastías Ming y Qing, muchos poetas y pintores participaron activamente en el diseño de los paisajes. De hecho, gran parte de los jardines y parques más conocidos de esa época fueron enteramente diseñados por maestros de la pluma y el pincel.

Durante la dinastía Qing, la tarea de diseñar los jardines imperiales fue adoptada por miembros de la institución imperial encargada de la pintura. Aún entonces, estos jardines eran en esencia paisajes artificiales, por lo que era imposible que mostraran de una forma realista una belleza natural, auténtica, a los visitantes. El nivel de apreciación de los paisajes de los parques era un reflejo muy acertado del gusto estético de los visitantes, así como de su formación cultural.
 

Jardín Yuanming (Antiguo Palacio de Verano) - "El jardín de todos los jardines"

En el noroeste de Beijing está el antiguo Palacio de Verano, el Jardin Yuanming, cuya construcción requirió de 200 años y se extendió durante los reinados de los emperadores Kangxi, Yongzheng, Qianlong, Jiaqing, Daoguang y Xianfeng. Era una enorme hacienda compuesta de tres jardines, Yuanming, Changchun y Qichun.

Los tres tenían ríos y lagos. De hecho, el diseño de muchos paisajes tomaba el agua como componente esencial. Existían 69 vistas de este tipo en el jardín Yuanming, y otras 54 en los dos restantes.

Los lugares escénicos más prominentes fueron nombrados directamente por los emperadores, y dentro de ellos había jardines más pequeños, los cuales estaban interconectados por una red de riachuelos y senderos. Con tan habilidosa representación, los visitantes de los jardines pequeños experimentaban la sensación de estar paseando a través de diferentes e ilimitados espacios. Debido a esta particular característica, Yuanming se ganó el sobrenombre de "el jardín de los diez mil jardines".

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Ruinas del antiguo Palacio de Verano, en Beijing.

Hacia los años finales de la dinastía Ming y los primeros de la Qing, el trabajo misionero de los católicos ya estaba muy avanzado, tanto que algunos de ellos llegaron a gozar del privilegio de participar en el diseño de varios palacios. Entre ellos se cuentan los franceses Michael Benoist (1715-1774) y Jear Lenis Attiet (17021768), el italiano Giuseppe Castiglione (1688-1766), y el bohemio (checo) Lgatuis Sickeltart (1708-1780). Juntos, ellos diseñaron seis palacios y jardines de estilo barroco del Siglo XVIII, los cuales fueron denominados las "Mansiones Occidentales", un componente único del antiguo Palacio de Verano. Estos palacios fueron la primera obra completa hecha con apego a la cultura arquitectónica europea después de su entrada al país, y también la primera que combinó exitosamente los estilos arquitectónicos europeo y chino en un jardín de paisaje.

El antiguo Palacio de Verano heredó los 3.000 años de experiencia de China en la construcción de jardines de paisaje. Éste emanaba la magnífica elegancia de los edificios palaciegos y el encanto del paisaje acuático de Jiangnan. Incluso, asimiló los modelos arquitectónicos de diseño de los jardines de estilo europeo, y combinó en un todo los diversos elementos arquitectónicos de los jardines paisajísticos. Además de ser conocido como "el jardín de todos los jardines", también se le llamaba "museo imperial", debido a su gran colección de utensilios. El autor francés Victor Hugo (18021885) en cierta ocasión dijo que si alguna vez llegaran a ser juntados todos los tesoros más exóticos de su país, no serían suficientes para igualar la escala y esplendor de este museo oriental. Infortunadamente, el antiguo Palacio de Verano fue destruido por las legiones franco-británicas, que lo incendiaron en 1860. Hoy, las pocas ruinas que quedan ofrecen apenas una imagen muy limitada de lo que fue la obra de arte original.
 

Jardín Yiheyuan (Palacio de Verano) - El último jardín imperial

El Palacio de Verano es otra obra representativa de los jardines imperiales de la dinastía Qing. Ocupando un área de 290 hectáreas, es el jardín antiguo más completo que todavía existe en China, y su estado de conservación es sorprendente.

El Palacio de Verano fue construido originalmente en el año 1750, y recibió el nombre de jardín Qingyi. Su diseño general se basó en el Lago del Oeste (Xihu) de Hangzhou, y estuvo profundamente influenciado por los diseños de los jardines paisajísticos de la región de Jiangnan. Al igual que el jardín Yuanming, fue destruido por el fuego en 1860. La entonces gobernante de la corte imperial Qing, la emperatriz Dowager Cixi, utilizó fondos destinados al mantenimiento de la Armada para reconstruirlo, y una vez terminado fue bautizado como Palacio de Verano. Cuando concluyó su restauración se convirtió en la abadía temporal y centro de control político de Cixi, quien pasaba gran parte de su tiempo allí.

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El Gran Corredor del Palacio de Verano, en Beijing.

Lagos y ríos son elementos clave en un jardín. El Palacio de Verano fue construido tomando como centro el lago Kunming, en el cual se hicieron tres islas. Este diseño de "un lago y tres islas" fue muy popular en los jardines imperiales de esa época. Sin embargo, el Palacio de Verano fue el último de éstos en ser diseñado con base en ese modelo, y es también el único que se ha conservado hasta hoy en día.

Otra de las características distintivas de los jardines imperiales era la presencia de monasterios budistas, templos taoístas y templos para honrar la memoria de los ancestros. De hecho, casi todos los jardines imperiales contaban con al menos un templo budista. El emperador Qianlong ordenó construir el jardín Qingyi para entregárselo como un obsequio de cumpleaños a la emperatriz Dowager Cixi. Por eso, su punto central era el grupo de edificaciones que constituían el Templo de la Longevidad, en frente de la colina Wanshoushan (Colina de la Longevidad). Este conjunto de construcciones estaba compuesto por diferentes salones y fue dispuesto sobre un eje que va desde la base de la colina hasta su ladera. Y una de sus estructuras, la Pagoda del Buda Fragante, la cual está localizada en la plataforma más alta, era el símbolo del Palacio de Verano, y el centro de todo el jardín.

Durante los reinos de Kangxi y Qianlong hubo incesantes guerras en las regiones limítrofes. Con el propósito de unir a los mongoles y tibetanos, quienes eran budistas, el emperador Qianlong construyó en la parte posterior de la colina una lamasería de aspecto muy similar al antiguo Templo de Samye. Una de las islas del lago, la de Nanhu, también tenía un templo donde se rendía pleitesía al Rey Dragón. Su nombre era, Templo de Guangrun.

El uso de paisajes naturales como base para crear jardines es una importante técnica que fue común cuando se diseñaron los primeros jardines chinos. Esta técnica está perfectamente ejemplificada en el Palacio de Verano. Al ubicarse en la plataforma de la Pagoda del Buda Fragante, es posible ver la cordillera de las Colinas del Oeste y el reflejo de la colina Yuquan en el lago, además de admirar el color verdoso del lago Kunming y la neblina que flota sobre el Embarcadero del Este. Todos estos elementos naturales se fusionan con las edificaciones del jardín, formando un conjunto muy pintoresco.

Otra de las bien conocidas peculiaridades del Palacio de Verano de Beijing es el Gran Corredor. Se encuentra en la parte sur de la base de la Colina de la Longevidad. Su longitud es de 728 metros y tiene más de 8.000 ilustraciones pintadas en sus columnas y techos. El corredor se extiende desde el norte del lago Kunming en dirección oeste, formando un enlace entre el paisaje natural y los edificios.

Es posible admirar muchas y bellas imágenes de Jiangnan en el Palacio de Verano. Para comenzar, el palacio fue diseñado con el Lago del Oeste en mente, es prácticamente una réplica de éste. En la parte de atrás del lago hay una zona llamada la calle Suzhou, que es una réplica de las calles tradicionales de las ciudades de Suzhou y Nanjing. Estos ingredientes de arte folclórico agregan un tono refrescante al paisaje de los jardines imperiales.

El Palacio de Verano es un trabajo maravilloso de creación de paisajes que combina diferentes y únicas características de los jardines paisajísticos. Éste proyecta el esplendor y la majestuosidad de un complejo imperial y a la vez la exquisita elegancia de la arquitectura folclórica. Es, de hecho, una rara gema de la maestría de China en el diseño de jardines de este tipo.

Jardines Privados

Los propietarios de jardines privados eran usualmente funcionarios retirados de la corte, hombres de letras, terratenientes o ricos mercaderes. El antiguo sistema de etiqueta de China incluía restricciones en el estilo de vida y el gasto de la gente del común. Cualquier persona que osara ir en contra de las regulaciones era objeto de procesos judiciales. Por esa razón, los jardines privados no podían competir en escala y estilo con los jardines imperiales.

Los jardines clásicos de China florecieron en los periodos de Wei y Jin, y en las dinastías del Norte y del Sur. Durante esta época, los literatos estaban cansados de la guerra y buscaban el placer en la naturaleza, y además se vanagloriaban de su elegancia y estilo, con lo que se convirtieron en ejemplo de los hombres de letras que surgirían en las épocas posteriores. La riqueza en el sabor poético y artístico se convirtió en el objetivo de lo que ellos querían ver en los jardines. El filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) describió en cierta ocasión un jardín chino como una pintura que es natural y rica en estilo poético. Éstos son diferentes a los jardines del popular estilo botánico francés, que sigue el estricto modelo de composición geométrica de la antigua Roma, el cual hacía énfasis en el principio de crear una escala imponente.

A partir de mediados de la dinastía Ming y hasta el final de la Qing, la región de Jiangnan se convirtió en el foco de los jardines paisajísticos privados, una tendencia que se extendió a lo largo de más de 300 años. Algunas de las razones para este fenómeno residen en las condiciones ambientales y naturales de la zona: abundantes fuentes de agua, variedad de plantas, un clima templado y un suelo rico en minerales. Aparte de estos factores, la sociedad de Jiangnan era rica, y lo que es más importante, un número cada vez mayor de artistas y hombres de letras participaba en el diseño de los jardines. Todo esto junto garantizaba un alto nivel de experiencia en el arte de construir jardines paisajísticos. En ese entonces, las más prominentes figuras en el arte de diseñar jardines eran el teórico Ji Cheng (1582-?) y Zhang Lian (1587-1671), quien gozaba de gran admiración por el misticismo y el rigor con que ponía en práctica las teorías. Ambos eran contemporáneos del reconocido diseñador de paisajes europeo Andre Le Notre (1613-1700), famoso por sus diseños de los jardines de Vaux-le-Vicomte y Versalles.

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Jardín Zhuozheng (Jardín del Administrador Humilde), en Suzhou.

Comúnmente, los jardines privados eran creados de acuerdo con requerimientos específicos de sus dueños. En vista de que en la mayoría de los casos el espacio disponible era muy reducido, y con el fin de crear un estilo único que satisficiera los deseos del propietario, los diseñadores debían ser muy creativos para entregar una combinación de elementos lo suficientemente acertada como para que fuera del gusto de todos los visitantes. Un ejemplo de lujo vendría a ser el Jardín Persistente (Liu Yuan) de Suzhou.

Hacer uso del paisaje natural era otra de las tácticas a las que debía recurrir un diseñador de jardines. Para tal efecto, tenía que poner en juego toda su habilidad para hacer funcionar el paisaje natural lejano como un "telón de fondo" para el jardín.

Crear colinas artificiales y canalizar arroyos son dos técnicas vitales para el diseño de jardines en China. Una razón es que pueden ser excelentes imitaciones de paisaje natural, y una más es que representan la añoranza por la virtud y la sabiduría.

Al "construir" montañas no se busca la grandeza en la escala, sino el refinamiento. El mejor material utilizado a la hora de hacer estas colinas es la piedra tomada de los lagos. Estas rocas son las indicadas por su suavidad y su exquisito brillo, conferido por la incansable labor del agua a lo largo de decenas o centenares de años, y además por sus contornos naturales, también delineados por el agua. Las más famosas de esas piedras son ni más ni menos que las del Lago Tai, justamente conocidas como "Piedras del Lago Taihu" (en chino, el caracter para "lago" es "hu").

Las superficies acuáticas de los jardines son diseñadas en trazados irregulares, de modo que se asemejen a aquellas formadas por la naturaleza. Los ríos y lagos usualmente van acompañados de montañas artificiales para dar un toque disparejo y natural a una obra que en realidad es hecha por el hombre. Además de colinas y plantas, estructuras como pabellones, corredores y puentes también son cruciales en la elaboración de un jardín. Ellos cumplen el papel de sujetos en la composición, y constituyen los lugares escénicos dentro de éste.

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Área Rocosa de las Cuatro Estaciones, en el Jardín Geyuan, en Yangzhou

Las artes clásicas chinas, especialmente la poesía y la pintura, han influenciado en gran medida los diseños de los jardines paisajísticos. Por otra parte, poetas y artistas también han encontrado la inspiración en las tranquilas escenas que ofrecen los jardines que estamos analizando. Las glorias de las artes y de los jardines se complementan entre sí. Una muestra de exposición de un jardín privado es el de Zhuozheng (Jardín del Administrador Humilde), en Suzhou. Fue construido a mediados de la dinastía Ming, y tiene una historia de más de quinientos años. El famoso pintor de la dinastía Ming Wen Zhengming (1470-1559) realizó varias de sus obras inspirado en este jardín.

Las artes clásicas chinas, especialmente la poesía y la pintura, han influenciado en gran medida los diseños de los jardines paisajísticos. Por otra parte, poetas y artistas también han encontrado la inspiración en las tranquilas escenas que ofrecen los jardines que estamos analizando. Las glorias de las artes y de los jardines se complementan entre sí. Una muestra de exposición de un jardín privado es el de Zhuozheng (Jardín del Administrador Humilde), en Suzhou. Fue construido a mediados de la dinastía Ming, y tiene una historia de más de quinientos años. El famoso pintor de la dinastía Ming Wen Zhengming (1470-1559) realizó varias de sus obras inspirado en este jardín.