Arquitectura Imperial China

El emperador de la antigua China era considerado como el "Hijo del Cielo", Arquitectura Imperial Chinay era la máxima autoridad de su reino. La magnitud del poder y el control que ejercía estaban simbolizados en edificaciones como palacios, altares y templos, así como en los mausoleos. Estos símbolos políticos eran las manifestaciones arquitectónicas más grandiosas de la china de la antigüedad, y las costumbres y prácticas feudales tradicionales tuvieron un gran impacto en su diseño y estructura. Consecuentemente, al comienzo de cada nueva dinastía no se ahorraba nada en recursos financieros, materiales ni de mano de obra para crear estos edificios con las más sofisticadas factura y tecnologías disponibles para entonces. Por lo tanto, hasta cierto punto, estas construcciones también eran un reflejo de la más avanzada tecnología arquitectónica de cada periodo histórico.
 

Palacios Imperiales

El descomunal conjunto de edificios en el que residían los emperadores chinos era conocido como el palacio imperial, y su enorme tamaño y opulento estilo tenían como fin reflejar plenamente la indiscutible majestad de la familia imperial. De hecho, Xiao He, el premier de la dinastía Han al que le fue encomendada la tarea de construir el Palacio de Weiyang, llegó a decir en cierta ocasión que "la casa del emperador era todo su reino", el cual debía ser magnífico hasta lo imposible, de forma que no pudiera ser copiado, y de forma que sus descendientes no tuvieran la necesidad de agregarle absolutamente nada. Esas palabras expresan a la perfección el propósito de la arquitectura como una herramienta política puesta al servicio de las necesidades del poder imperial.
 

Templos y Altares

El templo-altar era una estructura única y cuasi-religiosa, construida para alabanza de componentes de la naturaleza tan comunes pero a la vez tan importantes como las montañas y los ríos, así como de los ancestros ilustres y los personajes famosos de la historia. Ya que el "código de conducta" para gobernar las relaciones y acciones humanas era una de las banderas del confucianismo, que ya en la China antigua era un pensamiento filosófico por el que se profesaba un profundo respeto, la veneración de la naturaleza y los antepasados hacía parte del reino de los ritos. Cuando el confucianismo se convirtió en una parte importante de la cultura del país y el "código de conducta" empezó a ser observado a nivel nacional, estos altares-templos empezaron a ser regulados por el gobierno. Como resultado, estos edificios fueron categorizados como estructuras arquitectónicas para la observancia de ritos y rituales, y eran construidos exclusivamente para la alabanza de la naturaleza y de los ancestros por parte del emperador. Como ejemplos están Tiantan (Templo del Cielo), para la alabanza del cielo, y Taimiao (Templo de los Ancestros Imperiales), como su nombre lo indica, para venerar a los ancestros de la familia real.
 

Mausoleos Imperiales

Por su parte, los mausoleos, además de su tarea intrínseca de servir como última morada para los muertos, también servían como lugares para realizar ofrendas y sacrificios para los emperadores, emperatrices y concubinas imperiales, muy al estilo de las pirámides de Egipto o el Taj Mahal de India. En la China de la antigüedad la gente creía que quienes habían muerto simplemente habían entrado en otro reino donde continuaban viviendo, y además que eran, básicamente, "almas eternas". De forma similar, los ritos y rituales practicados a la luz del código confuciano de piedad filial defendían la idea de una alabanza continua a los muertos, así como de tratarlos como si aún estuvieran vivos. Guiados por esa línea de pensamiento, los emperadores de todas las dinastías se lanzaron con todo a construir sus propios mausoleos, los que prácticamente eran palacios subterráneos del estilo más grandioso.