Arquitectura Islámica China

Siguiendo a la entrada de la fe islámica en China, a mediados del Siglo VII de nuestra era, las muchas y variadas minorías étnicas musulmanas del país construyeron gran cantidad de mezquitas, con el fin de tener un lugar adecuado para realizar sus ritos. El islamismo no es para nada nuevo en China. Por eso, la arquitectura propia de esta manifestación religiosa ha tenido desde siempre su propio estilo, que difiere del de los países de Oriente Medio. Este estilo único es básicamente una mezcla entre las arquitecturas chinas tanto locales como étnicas.

Como es bien sabido, el lugar en el que los musulmanes alaban a su dios se llama "mezquita". A la hora de construir las mezquitas se debe tener en cuenta que su frente debe apuntar hacia La Meca, la que para ellos es su ciudad sagrada. Hay gran libertad para escoger el lugar donde será construida una mezquita, y no es un punto importante a tener en cuenta si estará en el campo o en la ciudad. Al mismo tiempo, debido a que para los seguidores del islam el concepto de pureza es de capital importancia, las mezquitas siempre deberán estar en lugares limpios y secos.

Arquitectura Islámica China
La Gran Mezquita de Hetian, en Xinjiang.

Existen en China dos tipos de edificaciones islámicas. Las primeras incluyen las mezquitas de la etnia hui y las tumbas de los imanes (líderes religiosos), y pueden encontrarse virtualmente en todo el territorio nacional, inclusive en las regiones más apartadas. En esencia se trata de edificaciones de tipo han modificadas para poder ejecutar las actividades propias de la fe musulmana. El segundo tipo se refiere a las mezquitas de la etnia uygur y las Geys' Mazars -tumbas de los antiguos sabios islámicos-, las cuales son muy comunes en la región autónoma uygur de Xinjiang. Las estructuras de esta última variedad están mucho más cerca del estilo de las culturas tradicionales del centro de Asia, y encarnan características más únicas en su diseño y en su decoración.
 

Mezquitas de las tierras interiores de China

La fe islámica fue traída a China durante la dinastía Tang. En ese entonces fue desarrollado un corredor comercial marino, que fue denominado la "Ruta Marítima de la Seda". Los mercaderes árabes, quienes eran musulmanes, fueron los pioneros del islamismo en el país. Ellos dejaron tras de sí un legado de arte islámico en las mezquitas que construyeron.

En el periodo inicial de la religión en el país, las mezquitas construidas en las tierras interiores estuvieron directamente influenciadas por el estilo arquitectónico del centro de Asia, como la mezquita de Shenyou, en la ciudad de Quanzhou de la provincia de Fujian. La cúpula del templo fue contruida con aventurina (vidrio arenoso), y el salón de oración tiene forma de cruz. Las ventanas son simples y carecen de decoración, y tiene un mihrab (nicho) con escrituras arábigas grabadas sobre él. Todas estas características son similares a la arquitectura de Asia Central.

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El mihrab y el mimbar del salón principal de la mezquita de Niujie, en Beijing.

Con la asimilación de la cultura han, en la construcción de las mezquitas chinas empezaron a utilizarse técnicas, materiales, carpintería y trazados tradicionales han, para crear un estilo de arquitectura islámica único, acorde con los requerimientos de esa religión. Entonces se convirtió en norma que cada mezquita incorporaría razgos arquitectónicos árabes junto con elementos puramente chinos. Por ejemplo, las cúpulas o domos y los tejados en forma de punta son de influencia árabe, mientras que aquellos en forma de hexágono u octágono son característicos de China.

Hasta cierto punto, los edificios religiosos tradicionales de los han, como por ejemplo los templos taoístas, son variaciones de las casas de habitación, construidos con apego al diseño de una casapatio. Dichas edificaciones hacen énfasis en el diseño simétrico y en el uso de componentes como vigas de madera, techos de teja y vigas con elaborados tallados. Estas características pueden apreciarse en las mezquitas construidas en el periodo posterior.

La mezquita es un lugar para orar, no para hacer ofrendas, pues los musulmanes no practican la idolatría.

La principal diferencia entre las mezquitas y las casas-patio tradicionales es la dirección hacia la que apuntan. Las mezquitas siempre apuntan hacia el este (hacia La Meca), mientras que las casas-patio se rigen por un eje norte-sur. La mezquita de Huajuexiang, en Xi'an, es un típico ejemplo de construcción religiosa musulmana encajada en una casa-patio.

El salón de oración principal usualmente cubre una extensa área, pues las congregaciones de fieles son bastante numerosas. Además, ocupan el lugar más prominente de la mezquita. Otra de las características fundamentales de este tipo de estructuras es la qibla. Ésta indica la dirección en la que está La Meca, y es, de hecho, el muro donde está fijado el nicho llamado mihrab. La qibla es la parte más importante de la mezquita, y generalmente es construida como una pequeña estructura en forma de santuario. En el salón de oración hay un púlpito con una escalera de diez pasos. Éste simboliza el lugar donde predicaba el profeta Mahoma. El imán puede ascender máximo hasta el tercer escalón, que se llama mimbar.

Frente al salón de oración hay un corredor en el que los feligreses dejan sus zapatos.

Durante las oraciones, el propio creyente se orienta a sí mismo en dirección a La Meca, así que la forma del plano brinda mucha libertad y variedad en el diseño. Y, con el fin de dar cabida a la mayor cantidad posible de fieles, el salón de oración normalmente es una unión de varios edificios, todos orientados hacia el oeste. Cuando la estructura es de este tipo, cada salón tiene su propio techo, en vez de que haya uno solo que los cubra a todos. Por eso, al verlos desde afuera los salones parecen una cordillera. Se trata de una característica única de las mezquitas chinas.

El alminar, que en China se conoce como torre de la luz, se utiliza para llamar a los mahometanos a reunirse para orar. El alminar de la mezquita de Huaisheng, en Guangzhou, tiene un diseño muy particular. Conocido como el Alminar de la Luz, es una estructura cilíndrica de ladrillo de 36,3 metros de altura. Por dentro tiene un pilar central, y una escalera en forma de caracol desde la base hasta el tope. Allí hay una plataforma con barandillas desde donde los musulmanes hacen peticiones especiales. Adicionalmente, desde la plataforma se eleva otra columna coronada por un pabellón. Debido a esto, el templo es conocido como la Mezquita de la Torre de la Luz.

De acuerdo con la creencia islámica, todos los musulmanes deben observar un periodo de ayuno durante el noveno mes del calendario lunar islámico. Durante esta temporada, conocida como Ramadán, los practicantes del islam se abstienen de ingerir alimentos desde cuando sale el sol hasta cuando se pone. Debido a que este periodo de ayuno se rige por las fases de la luna, las mezquitas cuentan con un observatorio construido en uno de sus puntos más altos.

A mediados de la dinastía Ming, el predicador musulmán Hu Dengzhou (1552-1597), originario de Shaanxi, regresó de una peregrinación a La Meca y comenzó una serie de conferencias en esa mezquita. Este fue el inicio de la práctica de pronunciar sermones en las construcciones musulmanas de China, que después se extendería a todo el país.

La fe islámica hace énfasis en la importancia de mantenerse limpio a sí mismo como símbolo de pureza. Por eso, antes de las oraciones los musulmanes acostumbran a asearse, lo que también explica por qué en toda mezquita hay una piscina y un área de baño.

Los colores usados en las mezquitas generalmente son tonos "fríos", como azul, verde, blanco y negro. Esta elección está relacionada con los climas secos y cálidos de las regiones árabes, pero también tiene que ver con el concepto de pureza. Esta línea también domina las mezquitas construidas en China, de ahí los bloques verdes de las paredes y las tejas grises y azules de los techos. Sólo con autorización expresa del emperador podían utilizarse tejas vidriadas de color amarillo en una mezquita. No obstante, en casos como este los tejados llevaban un reborde verde, con el fin de que el exterior del edificio no luciera demasiado ostentoso.

Los ornamentos decorativos constituyen un importante elemento en la arquitectura islámica. Sin embargo, a diferencia de las mezquitas típicas, que usan mosaicos y cemento como materiales de construcción para los ornamentos, las de China eran hechas de ladrillo y madera, sobre los que se pintaban y tallaban diseños decorativos. Cabe destacar que sólo está permitido utilizar patrones de plantas, los de animales están estrictamente prohibidos. Debido a la influencia de la cultura han, en las mezquitas chinas las tejas también eran talladas.

Las mezquitas chinas guardan estrecha similitud con las del mundo árabe en varios aspectos. Por ejemplo, en las paredes están los versos del Corán escritos en estilo caligráfico a manera de decoración, un estilo prácticamente exclusivo de los templos musulmanes. Inclusive es posible encontrar la combinación de caligrafía china y árabe en tabletas o estelas, que son propias de la cultura china.

El punto central de la decoración en el salón de oración de una mezquita es el mihrab, en el cual usualmente hay inscritos versos del Corán, aunque también existen los que en vez de incripciones simplemente tienen patrones tallados. Estas manifestaciones artísticas fácilmente llaman la atención de los visitantes, pero a la vez conservan el respeto por la religión, y son además una muestra de elegancia.

La mezquita de la calle Niujie de Beijing cuenta con un mihrab exquisitamente decorado, lo que se debe a que en su pasado la capital china fue la ciudad imperial. Allí fueron utilizados el rojo y el dorado, lo que aumenta su riqueza estética. A esta se le puede considerar la mezquita más imponente de toda China.

Otra muestra de arquitectura islámica que no se puede dejar de mencionar es la tumba, la cual es diseñada con la forma de los Ocho Trigramas con tres aleros en el techo. Esta variación es exclusiva de China. De hecho, los aleros son una característica de la tradicional arquitectura de madera china. Los Ocho Trigramas indican las ocho direcciones que simbolizan el cielo y la tierra. Toda la estructura de la tumba le da al arquitecto una gran libertad para crear esculturas y tallados sobre bloques, cuyos temas son prácticamente ilimitados, aunque los motivos deben ser bastante realistas. Los temas también incluyen muchos símbolos relacionados con la cultura y tradiciones han.
 

Mezquitas uygures de Xinjiang

Las mezquitas del pueblo uygur están dispersas por las diferentes regiones de Xinjiang. Desde la llegada del islam a Xinjiang, en el Siglo X de nuestra era, ellos crearon un nuevo sistema arquitectónico, que asimiló la arquitectura tradicional étnica local.

Arquitectura Islámica China
Vista exterior de la mezquita Id Kah, en Kashgar, Xinjiang.

La mezquita uygur es fundamentalmente un enorme patio. El complejo principal es el salón de oración, que tiene patios al frente y en la parte de atrás, y contiene todos los elementos típicos, como el mihrab, la quibla y el mimbar. La mezquita más grande e imponente de Xinjiang es la de Id Kah, que está localizada en la plaza central de la ciudad de Kashgar. En el salón de oración hay 140 pilares, e incluye un salón interno, otro externo y uno lateral. El diseño de la puerta permite descifrar el lugar que ocupa la mezquita en el corazón del pueblo uygur. Hay un telón ubicado entre dos altos alminares, y la puerta del complejo es robusta e imponente. Los ornamentos de esta mezquita son exquisitos, y son una muestra de maestría en las artes del tallado y la pintura sobre madera, bloques y tejas vidriadas.

En apego a las reglas del islam, en el salón de oración no hay ídolos para adorar. A cambio, el techo, los pilares y las paredes están decorados con versos del Corán escritos en estilo caligráfico. Entre dichos versos hay algunos motivos decorativos de flores y frutas. Estos diseños usualmente están pintados, tallados en yeso o son mosaicos, y algunos tienen como materia prima tejas vidriadas. Son muy coloridos, y están adornados con polvo de oro y plata, lo que les da un toque de fina elegancia. No hay espacios vacíos, cada rincón ha sido llenado con elaborados y exquisitos patrones.