Características de Kungfu Chino

El Kungfu Chino es producto de la historia y cultura de la nación China impregnada de rasgos distintivos de su idiosincrasia y en comparación con diversas artes marciales extranjeras se destaca por notables características propias de la nación.

 

Carácter Sistemático

Entre los patrimonios históricos y culturales de la nación China el Kungfu constituye un vasto y completo sistema y, en comparación con otros patrimonios culturales, es relativamente más independiente.

Las escuelas del Kungfu Chino son sumamente variadas, pero sin excepción todas adoptan la doctrina del Yin y Yang y los cinco elementos del universo como base filosófica y persigue la meta final de "integrar la forma y el espíritu en uno" y de "integrar el boxeo y la moralidad en uno". En lo referente a la teoría del boxeo, se complementa mutuamente el confucianismo, el budismo y el taoísmo en todas las modalidades. Y, sus ejercicios benéficos a órganos internos toman la ciencia médica antigua de China y la calobiótica taoísta como referencia. Por consiguiente, en realidad el Kungfu Chino combina la filosofía antigua, medicina, arte de la guerra, lucha y calobiótica de China para formar un vasto y rico sistema teórico, caso único en los círculos de lucha en el mundo.

Las demás artes de lucha predominantes en el mundo se caracterizan todas por golpe veloz y feroz. No obstante que tienen sus respectivas teorías, en su mayoría tienen la vista fijada en la forma exterior de los movimientos de ofensiva y defensiva, prestando poca atención al estudio de la connotación del arte de lucha. Ciertas artes de lucha tales como Muay Thai (boxeo tailandés) sólo tienen simples posturas, pero sin series de habilidades, se limitan a procurar velocidad y ferocidad y no cuentan con ninguna teoría profunda, lo que refleja rasgos distintivos del temperamento impulsivo e inquieto propio de naciones tropicales. El Karate de Japón, derivado del Kungfu Shaolin, representa el carácter especial de la nación japonesa, tenaz y ansiosa de vencer, valiente y brava, pero también disciplinada. En cuanto al boxeo occidental es el espejo de las características del temperamento de las naciones occidentales tales como la preferencia por la acción, la aversión al sosiego y el anhelo del estímulo. En comparación con esas artes marciales, el Kungfu Chino sobresale por su connotación profunda y apacibilidad, equilibrio entre la acción y sosiego, la separación y la unión, y la combinación de la fuerza con la flexibilidad, siendo estos aspectos rasgos inseparables de la idiosincrasia de la nación China.

Orden Estricto

En el Kungfu Chino, el proceso para hacer ejercicios mantiene un orden estricto, independientemente de la escuela a que pertenezca. Todos los que lo cultivan deben observar el orden establecido y practicar paso a paso los ejercicios requeridos con seriedad y asiduidad sin buscar atajo. Todas las escuelas siguen en su mayoría el siguiente proceso: ejercicios básicos-serie de habilidades de boxeo y manejo de armas-ejercicios benéficos a órganos internos, camino que va de lo externo a lo interno, de lo grande a lo fino, y, después, de lo interno a lo externo, de lo fino a lo grande, que conduce finalmente a la unión de lo interno y lo externo y la integración de la forma y el espíritu, lo que es la perfección del arte marcial.

Este orden estricto del Kungfu Chino establecido sobre la base de la combinación entre el arte de lucha de la edad antigua y la calobiótica taoísta es único en el mundo entero, ya que Muay Thai y el boxeo occidental se basan en la fuerza, equivalente más o menos a la fuerza vigorosa del Kungfu Chino. Es una fuerza explosiva desatada en forma veloz y rotunda; el karate japonés, a su vez, también toma la fuerza vigorosa como lo principal, aunque su práctica incluye ejercicios benéficos a órganos internos. El adiestramiento de todas esas artes marciales apuntado al combate real está lejos de ser tan riguroso y estricto como el del Kungfu.

Progreso Gradual

Es otra característica del Kungfu Chino, fuera de los dos puntos arriba mencionados. Todos los que practican el Kungfu Chino deben armarse de mucha paciencia y perseverancia para progresar gradualmente y no pretender quemar etapas, porque es muy exigente en lo referente a ejercicios básicos y para acentuar su importancia insiste en no enseñar técnicas de combate real a los principiantes. Por otro lado, como toma ejercicios benéficos a órganos internos como la base, presta atención a la función de la calobiótica y de la formación moral, es decir, a la práctica de la virtud y a la perfección moral, y no siempre pone en el primer plano la destreza de lucha. Este pensamiento guía es completamente diferente del que sostiene la lucha extranjera.

Tanto el Karate y Muay Thai como el boxeo occidental persiguen la meta de combatir contra el adversario. Aunque estas artes marciales también comprenden sus respectivos ejercicios básicos, poco después de iniciarlos, pasarán a completarlos con el entrenamiento de combate real, de modo que los principiantes no tarden en dominar cierta destreza de combate real. Los que practican Muay Thai podrán participar en torneo de reto con haber pasado tres etapas de entrenamiento: ejercicios básicos, ejercicios de una habilidad simple y ejercicios de simulacro de combate. Semejante entrenamiento necesita más o menos un período de cinco años. Pero, para practicar el Kungfu Chino, un período de cinco años permite a lo más adquirir solamente la fuerza vigorosa, o sea, terminar la etapa inicial del Kungfu. Si un maestro de Muay Thai que lleva cinco años practicándolo lucha cuerpo a cuerpo con un chino quien lleva igual tiempo aprendiendo el Kungfu es posible que éste no aguante la ofensiva rápida e impetuosa de aquél. Suponiendo que vuelven al combate cinco años después, ya es probable que éste maestro chino salga venciendo. Si dejamos pasar otros tantos años más, el maestro chino tendrá mayor seguridad para ganar el combate. Eso se debe a que las técnicas de lucha extranjera se apoya en la fuerza vigorosa y que los que la practican son deseosos de éxito rápido y beneficios inmediatos, sólo buscan efecto del combate real y, además, ansían ganar dinero con ello si son boxeadores profesionales, razón por la cual cuando sean mayores de 30 años de edad, su energía se debilita rápidamente, terminando así su vida deportiva bien pronto. Al mismo tiempo, como la lucha extranjera no da importancia a ejercicios benéficos a órganos internos, el entrenamiento excesivamente violento y el combate real que causa fácilmente daños físicos, dejan a muchos maestros dolencias difíciles de ser curadas por toda la vida. Son bien pocos boxeadores destacados longevos en el mundo occidental y el promedio de vida de los maestros de Muay Thai es más corto. El promedio de vida de los deportistas de sumo japonés es de unos 40 años apenas, índice similar al de los maestros de Muay Thai.

En fin, la característica de progreso gradual del Kungfu Chino hace que la capacidad de combate real de los principiantes progrese a ritmo lento, pero el entrenamiento, que concuerda con los principios de calobiótica, ayuda a prolongar la vida. Por otra parte, con persistir en esos ejercicios durante años, uno terminará por dominar suficientes técnicas de combate real finalmente. Esta característica de progreso gradual se nota con mucha claridad en relación a la edad. Los maestros de la lucha extranjeros ganan fama generalmente a los 20-30 años de edad y, una vez cumplidos los 30, se retiran de la arena en su mayoría. En cambio, los maestros del Kungfu Chino suelen formarse después de cumplir 30 años y no pocos llegan a su apogeo a los 40 años o más tarde, conservando sus destrezas especiales hasta a los 60 ó 70 años e incluso hasta una edad más avanzada.

Cultivación Moral

El Kungfu Chino tiene como base la cultivación moral, abogando por nutrir el Qi y armonizar con la moralidad y compaginar letras y artes maciales en oposición con la ostentación del coraje y a la pelea feroz, así como acciones crueles y violentas. A los ojos de muchos maestros del Kungfu , la práctica de arte marcial es sólo un método para cultivar la moralidad, perfeccionar el temperamento y fortalecer la salud, pero no la meta. En los círculos de Kungfu se considera siempre la ética en la práctica de arte marcial como un asunto de importancia primordial y todas las escuelas tienen establecidas "reglas de la escuela" bien estrictas. Quien haya cometido alguna maldad seria o crímenes monstruosos será repudiado es preciado en dichos círculos, por muy alto que sea su nivel de destreza en arte marcial. Al mismo tiempo, todas las escuelas advierten a sus discípulos que no armen peleas a la ligera con otros, ni provoquen conflictos, prohíben que abusen de su destreza en arte marcial para atropellar a los que no la practican, mientras que preconizan la necesidades de "salir en defensa de la justicia" y "eliminar a los violentos y apoyar a débiles".

El Kungfu Chino tiene como cimiento los ejercicios benéficos a órganos internos que se basan en la cultivación del Qi (ejercicios respiratorios) y la cultivación del Qi, a su vez, tiene como propósito alcanzar la concordia suprema e imparcialidad manifestadas en no ser demasiado fuerte ni demasiado suave, y combinar la fuerza con la flexibilidad. El Qi de la concordia suprema es diametralmente opuesto al deseo de superar y vencer a otros. El Qi armoniza con la racionalidad y el boxeo armoniza con la moralidad, cuanto más se desarrolla el Qi, más disminuye el deseo de superar y vencer a otros. Por lo tanto, cuanto más elevada es la destreza que han adquirido los que practican el Kungfu , más apacible es su temperamento y más abierto es su corazón, de modo que rara vez querellan con otros por nimiedades para obtener un triunfo temporal. Este pensamiento guía consistente en tomar la cultivación moral y la nutrición del Qi como base es otro rasgo peculiar del Kungfu Chino.

Belleza

Los movimientos en serie de habilidades del Kungfu Chino tienen en su mayoría cierto valor estético. La belleza y la agilidad física del Kungfu residen en los movimientos de ofensiva y defensiva. Al arreglar una serie de habilidades se presta mucha atención a la combinación entre lo dinámico y lo estático y a la alternativa de movimientos, dándole una sensación rítmica y una belleza métrica especiales. En determinadas condiciones de tiempo y especio, el Kungfu representa la combinación y variación de ciertos movimientos de ofensiva y defensiva, movimientos que son bastante difíciles y que se ejecutan con considerable fuerza y velocidad, demostrando así el espíritu y la disposición de atreverse a luchar y a avanzar. El Kungfu tiene estilos estéticos bien variados: el boxeo Pigua, el boxeo Baji, el Chaquan y el Huaquan se destacan todos por ritmo rápido, y movimientos naturales y desenvueltos, de ahí su belleza varonil; el boxeo Shequan, que imita movimientos del serpiente, desata fuerza por la palma y los dedos, mostrando una discreta belleza suave; la palma Bagua y el boxeo Taijiquan, que combinan la fuerza con la flexibilidad y hacen que la fuerza salga del cuerpo a modo de un largo hilo de seda continuo, integran la belleza varonil y la discreta belleza suave. Esa diversidad de estilos estéticos y su alto valor espectacular son incomparablemente superiores a las demás artes de lucha del mundo.

En lo fundamental existe cierta contradicción entre el valor estético del Kungfu y su función de lucha, pues muchas posturas prácticas no siempre agradan a la vista. Al observar la historia del desarrollo del Kungfu , se ve que a lo largo de más de dos mil años ha recorrido un largo camino sinuoso pasando de lo simple a lo complejo y de lo complejo a lo simple. En su etapa inicial, el Kungfu debía de ser sencillo, sin tantas escuelas ni tan variadas series de habilidades. En las épocas Song, Yuan y Ming, con la aparición de diversas escuelas se hizo próspero y floreciente y, en los inicios de la dinastía Qing, llegó a su apogeo, por otro lado desde las postrimerías de la dinastía Ming aproximadamente, surgieron uno tras otro el boxeo Taiji, el Xingyi, el Bagua, entre otros boxeos de estilo interno. Todos ellos, conforme a principios de "derrotar muchos con pocos" y de "simplificar el arte suprimiendo lo superfluo", haciéndole más sencilla y más práctica con series de habilidades más simplificadas y no pocos boxeos de estilo externo también siguieron esa tendencia. Eso refleja una ley que rige el desarrollo del Kungfu Chino: la función de lucha siempre ocupa el primer puesto en su trayectoria y determina la tendencia de su desarrollo, mientras que su valor estético es secundario y se encuentra en un lugar subordinado.

En resumen, el Kungfu Chino es peculiar y representa una forma propia de la cultura tradicional de China, insustituible por ninguna de las demás artes de lucha extranjeras. Sin duda alguna ya entrará en la arena de lucha internacional con su arte de lucha especial y sus principios de práctica.