Topografía China

De acuerdo con la teoría de la deriva continental, el levantamiento del Himalaya del mar dio comienzo hace 5060 millones de años, al soldarse las zonas índica y eurásica, y terminó hace unos pocos millones de años. Las enormes fuerzas que entraron en juego dieron lugar al macizo montañoso más alto y espectacular del planeta y configuraron el territorio que actualmente conocemos como República Popular de China. El relieve también se ha visto modificado por agentes atmosféricos como el viento y la lluvia, los cursos de agua, el mar y la acción erosiva del polvo de los desiertos del norte, violentamente arrastrado por el viento. La combinación de estos factores ha dado como resultado una red de cadenas montañosas entre las que se encuentran aisladas varias llanuras; dicha configuración tectónica es típica de toda Asia central.

Los especialistas suelen reconocer en China tres configuraciones geológicas principales: a) las cadenas montañosas alineadas en dirección noreste suroeste： b) las montañas del eje este oeste, que se cruzan con las anteriores; c) montañas con otra alineación, como por ejemplo en aspa. Semejante clasificación puede parecer complicada, pero resulta muy útil para interpretar correctamente el mapa físico de China. Por poner algunos ejemplos, al primer grupo pertenecen, aparte de las cadenas dorsales japonesa y taiwanesa, las cadenas litorales de Guangdong, Fujian, Zhejiang y, más al norte, Shandong y Liaoning, además de la que va del noreste al Yunnan meridional, en las estribaciones del macizo tibetano; al segundo grupo pertenecen las cadenas que parten del desierto de Gobi y Mongolia hacia el imponente Qinlin Shan, donde se hallan también ejemplos de las mencionadas montañas en aspa.

Una lectura menos compleja de la topografía china sería considerar la forma del país como una escalera de tres peldaños que descienden de oeste a este. El peldaño más alto sería la región de Qinghai-Tíbet, a una altitud media de 4.000-5.000 m; el segundo vendría dado por las mesetas de 1.000 a 2.000 m de altitud (Mongolia interior, Shaanxi, Shanxi, Gansu, Yunnan, Guizhou); y el tercero correspondería a las llanuras orientales, que no rebasan los 100 m de altitud. Los glaciares cubren una zona de 44.000 km2: los más imponentes son los del Himalaya (con una extensión de 2030 km2) y Tian Shan, en Xinjiang, donde se encuentra el glaciar más largo: Hantengri, 36 km.

La terraza más alta es el altiplano de Qinghai-Tíbet, que alcanza los 4 000 m sobre el nivel del mar e incluye el Tíbet, Qinghai y el oeste de Sichuan. Aunque el área ocupa aproximadamente una cuarta parte de la superficie de China, está habitada por menos del uno por ciento de la población. Todos los grandes ríos de China y del Sudeste Asiático nacen en la meseta de Qinghai-Tíbet. El Huang He (río Amarillo) y el Chang Jiang (río Yang Tse) fluyen desde ella hacia el este, mientras que el Zangbo Jiang (Brahmaputra), el Nu Jiang (Saluén) y el Lancang (Mekong) fluyen hacia las motos. El de 1976 en Tangshan, a 145 km al este de Pekín, se calcula que acabó con las vidas de entre 250 000 y 650 000 personas. En 1996, veintiséis terremotos superaron la magnitud 5 en la escala de Richter, y aunque se sudeste, atravesando algunos de los países vecinos del sur de China. La segunda terraza está formada por mesetas de alturas medias, que oscilan entre los 1 000 y 3 000 m en el centro y el noroeste. La tercera la constituyen las llanuras y tierras bajas de la cuenca baja de los grandes ríos, raramente alcanza los 500 m de altitud y se extiende a lo largo de la costa este, del norte al sur de China. Más de dos terceras partes de la población viven en esta franja costera, que es el corazón industrial y agrícola del país.

Esta estructura en terrazas es el resultado de importantes movimientos tectónicos que todavía siguen produciéndose en la actualidad. Numerosas regiones de China siguen sufriendo fuertes terrecobraron centenares de vidas en China, la mayoría pasaron inadvertidos fuera del país.

Por encima de estas terrazas se levantan las montañas, que alcanzan las mayores altitudes del mundo. La cordillera del Himalaya, que forma la frontera sudoeste del país, es una de las cordilleras montañosas más jóvenes del planeta, y en ella se encuentra el techo del mundo, la famosa Shengmufeng, o monte Everest, con 8 848 m de altitud, además de otras cumbres que también superan los 8 000 m de altura: Kanchenjunga, de 8 482 m: Nanga Parbat, de 8 138 m; Annapurna, de 8 091 m; K2, de 8 611 m; Makalu, de 8463 m; Manaslu, de 8 163 m y Cho Oyu, de 8 201 m. Así mismo, en el Himalaya se hallan la mayoría de las montañas que superan los 7 000 m (Nanda Devi, de 7 817 m y Badrinath,de 7 756 m, por ejemplo) y de 6000 m (Nanda Kot, de 6 861 m), lo que la convierte en un paraíso para practicar el alpinismo.

Paralelas a la cordillera del Himalaya se levantan las montañas Kunlun. Durante la estación estival, los ríos que nacen en la meseta de Qinghai se alimentan de las gélidas aguas de sus glaciares.

Aún más al norte se alzan las montañas Tian, que significa montes del Cielo y se extienden de oeste a este con 4 000 m de altitud. Las cordilleras de Kunlun y Tian Shan enmarcan el mayor desierto de China, el Taklimakan, y la cuenca de Tarim que, protegida del aire polar, permite 7 meses de cosecha. Lop Nur, un lago al este de la cuenca, ha sido el lugar elegido por el ejército chino para realizar las pruebas nucleares.

Por otro lado, desde el este del Tíbet hasta el oeste de Sichuan y Yunnan se levantan las montañas Hengduan, que significa «barrera», y que constituyen, incluso en la actualidad, una barrera totalmente infranqueable entre China y las tierras situadas al oeste de ellas. En el nordeste, la cordillera del Gran Xingan forma una frontera natural entre las tierras bajas de Manchuria y la estepa mongola.

Esta cadena montañosa es también el área forestal más extensa de China y, por lo tanto, una cuenca que ejerce una importante influencia en el clima de todo el país. Una división climática igualmente importante es la cordillera de Qinling, que se extiende desde la frontera de Gansu-Qinghai hasta Henan.

Así pues, en verano, las cordilleras montañosas constituyen una barrera para las fuertes masas de aire húmedo originadas por el monzón. En invierno, la cordillera frena los vientos fríos desviándolos hacia las estepas siberianas sin permitir que se adentren en China central.