Aywang de Xinjiang

Aywang, una palabra uygur que significa "donde habita el resplandor", es el nombre de un tipo de vivienda típica de los uigures de Xinjiang, que tiene características étnicas y regionales muy marcadas, además de una historia de más de 2.000 años.

Dentro de cada una de estas casas siempre hay un enorme cuarto denominado "Salón Aywang", que es la estructura más alta, más grande y más ricamente decorada de toda la casa. En su interior hay ocho columnas que atraviesan el techo, y las ventanas están hechas a gran altura, para permitir la entrada de la luz solar. Alrededor de las columnas hay plataformas elevadas para todas las actividades diarias, desde las relacionadas con el trabajo hasta las lúdicas. En los festivos, el salón se convierte en un espacio abierto en el que la gente de la etnia celebra cantando y danzando.

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Aspecto del interior de una típica casa uigur, en Xinjiang.

Desde una perspectiva arquitectónica, un Salón Aywang es una parte interior de la vivienda, y sirve como cuarto de estar. Sin embargo, en términos de sus funciones se le puede considerar un escenario al aire libre para entretener a los invitados y celebrar reuniones y eventos culturales y musicales.

El aywang es una construcción que se ajusta perfectamente a las condiciones climáticas de la región, protegiendo a los habitantes de las tormentas de arena, el tremendo frío del invierno y el inclemente calor del verano. Por eso, además de tener en cuenta los aspectos culturales de los uygures, a la hora de construir estas casas se considera detenidamente su ubicación. Las particulares condiciones ambientales de Xinjiang (que está en el extremo noroccidental del país) determinan la creación de cada aywang.

El interior de los hogares uygur es limpio y organizado. Sus paredes están decoradas con tejidos como cortinas y cubiertas, mientras que el suelo es entapetado. Para calentar la casa hay una hoguera, la cual está dispuesta de forma que no contamina el interior. Comúnmente, los uigures utilizan yeso para elaborar diseños decorativos en las paredes y aleros, así como en el mihrab.

Ya que el pueblo tibetano es budista, esta sala, donde se recitan las escrituras de esa religión, es una parte muy importante de este tipo de residencias. La razón por la cual está en la parte más alta es que no debe haber otra razón para subir allí diferente de la de orar; nadie puede utilizarla como cuarto de habitación, y nada puede ser guardado allí. El altar es sagrado.

Aywang de Xinjiang
Una residencia uigur en Turpan, Xinjian

Para crear más espacio en la casa, con frecuencia el segundo nivel es extendido más allá de las paredes ya existentes. Por consiguiente, los anexos resultan en notorios cambios en la parte exterior de la vivienda.

Los colores de la parte principal de las casas son simples, aunque bien combinados. Normalmente, la gente juega con el color natural de los materiales usados en la construcción, como el amarillo del barro, el crema, el beige y el marrón de las piedras, y también el particular tono de la madera. Estos colores sencillos contrastan con los tonos vivos y brillantes utilizados en la parte superior de las paredes y los tejados.

Las paredes son hechas con piedras sin pulir, y tienen varias hileras de ventanas, en forma de trapecio. Vistas en contraste contra el azul del cielo, el tono grisáceo de las nubes, y la resplandeciente blancura de las montañas nevadas, estas coloridas casas de piedra se antojan toscas, pero a la vez dignas y altivas.